Palabras de Alfredo Sigliano el 2 de abril de 2018

En el año 2002, de triste recuerdo por la aguda crisis que atravesaba el país, las mutuales vieron aumentada su responsabilidad dentro de la comunidad, ante la necesiad de paliar, en la medida de sus posibilidades, la angustiante situación de las familias asociadas, especialmente en materia de asistencia de su salud.

Consciente de la premisa que sustenta el mutualismo en cuanto a que ningún infortunio que aqueje al ser humano le es indiferente, la Comisión Directiva emprendió la tarea de agregar a los múltiples servicios que brinda la Mutual, el sistema de Asistencia Primaria de la Salud, a través del modelo bio-psico-social, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a partir de ese entonces, el desarrollo y progreso de este esencial servicio, ha sido sin solución de continuidad.

La tarea no fue fácil y en sus comienzos generó preocupaciones y dudas respecto a su funcionamiento, sobre todo por la singular estructura de nuestra Mutual que tiene efectiva presencia en todo el país, contando con 65 delegaciones y aneos instalados con todos los elementos de trabajo necesarios, para que los trabajadores que actúan en cada lugar, puedan brindar la atención cuidadosa, contenedora y eficiente, que distingue a la Asociación Mutual de Protección Familiar de la que podemos decir, con legítimo orgullo, que constituye el valor más apreciado por nuestros asociados.

Sucesivamente, fueron establecidos incrementos en las especialidades médicas atendidas por el Servicio de Salud implementado respondiendo, prioritariamente, a los requerimientos de los asociados quienes, en ocasión de llas conversaciones instrumentadas por la Comisión Directiva en las distintas delegaciones y anexos, en las que manifestaban sus necesidades y motivaban a los dirigentes y profesionales a trabajar para satisfacer esas demandas, con éxito creciente y especialmente contemplando el mandato de los que revisten el carácter de auténticos dueños de la Asociación y principales hacedores de su destino.

Hoy, sin pensar en absoluto que hemos llegado a la meta, puesto que el objetivo deseado y en marcha desde el 2002, como tantos otros en la Mutual, requiere entender que en materia de servicios mutuales siempre “está todo por hacer”, queda pendiente aun, llegar a brindar un servicio de salud integral que incluya prestaciones de Alta Complejidad, internación, cirugía, etc. y todas aquellas que nos encaminen hacia la excelencia.

Un hito sumamente importante en ese camino de búsqueda de la excelencia, consistio en inaugurar, el Centro Médico y de   construido con el esfuerzo económico de todos los asociados, corroborando la capacidad de gestión con que cuenta la Mutual, potencialmente preparada para animarse a realizaciones de mayor envergadura, que la alientan a encarar en el futuro, las transformaciones que la ciencia médica vaya incorporando, ayudada por la avasallante tecnología que habla, incluso, de la Telemedicina.