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RIO GRANDE PREMIA SERVICIO A SU COOPERATIVA
El Concejo Deliberante de Río Grande -Tierra del Fuego- distinguió a la Cooperativa por sus 30 años en el Servicio de Sepelio que está muy valorado por la población.
El presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, Santiago Barrientos participó junto al Presidente del Concejo Deliberante de la ciudad, Concejal Von der Thusen y al Cuerpo de Concejales del descubrimiento de una placa en reconocimiento a los treinta años del servicio de sepelio prestado por la Cooperativa.
Santiago Barrientos - presidente de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande
“Sentimos un inmenso agradecimiento por este reconocimiento de los concejales, que son los representantes de los vecinos de nuestra querida Río Grande, y especialmente al presidente del Concejo Deliberante Von der Thusen por hacerse presente hoy a nuestra casa para descubrir esta placa.
Nuestro trabajo diario es fundamental para que nuestra ciudad siga creciendo, con más iluminación, mejor calidad del Servicio Eléctrico, para ampliar la red y sobre todo para seguir brindando y mejorando los Servicios de Sepelio, de cremación, así como el constante vínculo y la Responsabilidad Social con nuestra querida comunidad.
Estamos orgullosos de todo lo que hicimos durante esta pandemia para acompañar a nuestros vecinos en este momento tan difícil que nos toca atravesar.
Y lo hicimos desde la humildad, desde el compromiso y desde el trabajo serio y diario. Sabemos que a medida que vayamos saliendo, vamos a ir asumiendo nuevos desafíos para mejorar el servicio que prestamos.
También agradecemos a todos los que en estos 30 años de trabajo han confiado en nosotros y siguen apostando por la Río Grande de nuestros sueños”.
Bella historia de los inicios de esta cooperativa
El 11 de mayo de 1940 fue la fecha fijada por Federico Romero y Violeta Roberts para su casamiento. En razón de ello se realiza una extensión de cables hasta el lugar de la fiesta, oportunidad en la que hubo luz eléctrica en Río Grande por primera vez.
El generador, que consistía en un motor Lister Blackstone de 15 Kw, estaba en el taller de Francisco Pinola y Esteban Martínez en la esquina de Espora y Alberdi para atender las necesidades propias del taller mecánico al que se dedicaban.
Posteriormente, extienden cables a otros diez consumidores de las cuatro manzanas circundantes, transformándose así en proveedores de energía a la mayoría de las casas existentes en un Río Grande que no contaba con más de 500 habitantes por esos años.
Con la demanda se agregaron generadores y el mismo Esteban Martínez pidió que se formara una cooperativa para seguir con el servicio, que se formó en 1966 con el nombre de “Cooperativa de Consumo Popular y Servicios Anexos de Río Grande” la que comienza a funcionar en 1969.
La historia rescata a quien fuera el primer presidente de la ‘Cooperativa”, don Jaime Serra, y a su primer gerente, don Roberto Campanella, quienes en 1981 lograron la incorporación de dos turbinas generadoras, adquiridas en EE. UU, y fueron agregando lo que podían adquirir a SEGBA.
Y llegamos al año 1990 en que se crea el Servicio Solidario de Sepelio. Este servicio era una necesidad muy importante para la población de Río Grande, habida cuenta de que en la ciudad existía solo una sola empresa que prestaba esta asistencia.
Estuvieron siempre presentes en la evolución de la ciudad por los relatos obtenidos de quienes han hecho posible que la Cooperativa Eléctrica de Río Grande sea hoy una realidad, con nuevos proyectos y con nuevos sueños a cumplir.
Colofón
Es un gesto de gran apoyo y reconocimiento que el Consejo Deliberante de una ciudad sienta gratitud por los servicios que presta una cooperativa, porque siempre responden a una necesidad, y siempre se brindan, se pueda o no se pueda.
Enclavada en el sur de la Argentina, con un clima extremadamente frío como es la ciudad de Río Grande en Tierra del Fuego, donde el Servicio Eléctrico es “esencial” con todo el rigor que tiene el significado de esta palabra -porque muchas veces depende del mismo la supervivencia-, nos parece que la función de esta Cooperativa es solidaria por excelencia.
Y como anécdota recatamos que, si no se hubieran casado Federico Romero y Violeta Roberts el 11 de mayo de 1940, probablemente Río Grande hubiera tardado mucho más en tener luz eléctrica. Cumplieron un bello sueño de amor y dejaron a una comunidad con luz eléctrica. ¡Eso se llama “hacer bien las cosas”!