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CON EL MARCO DE “VALOR ARGENTINO” SE DESTACA EL LIC. ALEJANDRO RUSSO -CAM-
Con escenario en el exitoso evento de “Valor Argentino” el Lic. Alejandro Russo aborda temas internacionales; también la manera en que la Economía Social y Solidaria puede contribuir con el país en estos momentos, y los relevantes temas de Juventud y Género.
Lic. Alejandro Russo- presidente de CAM y vicepresidente de AIM para las Américas.
“El desarrollo de las Relaciones Internacionales es para la Confederación Argentina de Mutualidades -CAM- un objetivo estratégico de gran valor, porque en un mundo global, que se achica por efecto de las redes y las comunicaciones, se agrandan las brechas de las desigualdades; las guerras interminables; la destrucción de la naturaleza; la contaminación ambiental; el cambio climático; y el avance de gobiernos totalitarios donde el egoísmo y la avaricia ponen en peligro los valores que sustentamos como la Cooperación, la Democracia y la Ayuda Mutua.
Y es allí donde debemos sumar nuestros esfuerzos junto a millones de personas que integramos la Economía Social y Solidaria, como la ha definido la OIT en su Resolución referida a la Economía Social y Solidaria para el trabajo decente.
En ese sentido nuestros esfuerzos institucionales se suman a las estrategias diseñadas por la Asociación Internacional de la Mutualidad- AIM-, la Organización Internacional más antigua y desarrollada del mutualismo a nivel mundial, entidad que integra a más de 250 millones de asociados mutualistas de países de Europa, América Latina, África y Oriente Medio. En el mes de Julio del presente año, la AIM renovó sus autoridades, siendo quien les habla, nuevamente honrado con la Vicepresidencia de la misma para la Región de Latinoamérica. La CAM también participa en la Alianza del Mutualismo de América -AMA, donde el secretario de relaciones internacionales de esta Confederación fue elegido como presidente. Sumamos al marco de las relaciones internacionales, el trabajo incesante que hacen las integrantes de la Comisión de Equidad de Género de la CAM conjuntamente con mujeres cooperativistas, a través de la Red latinoamericana de Mujeres de la Economía Social y Solidaria.
Estamos convencidos de los valores que defendemos y que puestos en acción llevan a construir un mundo de Paz, de desarrollo sostenible y de bienestar para todos los que lo habitamos.
Hoy más que nunca es la “Casa Común”, como dice su Santidad el Papa Francisco en su “Encíclica Laudato Si”, donde alienta a una revolución cultural, para lo cual es necesario desarrollar e invertir en la formación de una ecología integral, en donde todos los aspectos de la vida humana estén conectados y respetados, dejando de lado la sociedad del descarte que anula los valores de la vida.
Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas
Por eso, celebramos que el 18 de abril del presente año, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó formalmente la resolución A/77/L.60 en el Septuagésimo séptimo período de sesiones “Promoción de la Economía Social y Solidaria para el desarrollo sostenible”. Este logro tan importante, corona el esfuerzo y el trabajo de muchas organizaciones internacionales, como la ACI, AIM, ESS-SSE Foro Internacional, Coalición Internacional de la Economía Social y Solidaria (CIESS), los Encuentros de Mont Blanc, Social Economy Europe, RIPESS, y muchas más, que junto con países que apostaron a la Economía Social y Solidaria, oficiaron de palanca de desarrollo justo y sustentable.
Hoy, esta Resolución debe ser difundida a la opinión pública y a los distintos niveles de gobierno, porque reconoce que la Economía Social y Solidaria puede contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su adaptación al contexto local, en particular en lo que respecto a:
-El empleo y al trabajo decente, la prestación de servicios sociales como los relacionados con la salud, la educación y la formación profesional, la protección del medio ambiente, la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la mayor participación e inclusión de los jóvenes, el acceso a una financiación asequible, al fomento del desarrollo económico local, la promoción del diálogo social, los derechos laborales y la protección social, así como el crecimiento inclusivo y sostenible, la creación de alianzas y redes a nivel local, nacional, regional e internacional, y la promoción de la gobernanza y la formulación de políticas participativas y de todos los derechos humanos.
Seguiremos este camino sumando voluntades de organizaciones cooperativas y mutuales de nuestro continente y del mundo, pregonando que la Economía Social y Solidaria es la economía de las personas, y es la solución a los problemas actuales de nuestras sociedades. A esto debemos agregar que es de vital importancia la capitalización de las experiencias exitosas y las sinergias que producen el trabajo asociado y generoso, de quienes integramos estas organizaciones.
La Argentina: un país asociativo
Es importante señalar que la Argentina es un país esencialmente asociativo, toda vez que la media mundial de vínculos asociativos es del 19%, y en nuestro país supera el 60%, vale decir que más de la mitad de la población elige voluntariamente vincularse a una entidad mutual o cooperativa.
Si consideramos los insumos básicos a los que las personas tienen el derecho a acceder para tener una buena calidad de vida y que no deberían faltarle a nadie, como alimentos, agua, saneamiento, energía, conectividad, vivienda digna, acceso a la salud y educación, préstamos, seguros en todas sus tipologías, turismo, ingresos básicos, trabajo digno, por mencionar los más importantes, en todos, sin excepción, está presente la Economía Social y Solidaria, favoreciendo y/o garantizando el acceso a los mismos.
Estas organizaciones contribuyen a construir estrategias alternativas que nuestra sociedad fue desarrollando a lo largo de más de un siglo y medio y muestran que existe una Argentina que funciona con los códigos de otra economía, particularmente, en el interior profundo de los pueblos y en los barrios con actores comunitarios que, debidamente convocados, pueden ser parte de una nueva etapa histórica para el país.
Desde el sector privado sostenemos que la construcción social del capital y el desarrollo local y comunitario constituyen una forma alternativa de organizar la producción, el trabajo, el consumo, el crédito y los servicios públicos.
Bajo estos criterios, la Economía Social y Solidaria es una herramienta, que ha demostrado su eficacia y eficiencia para ser parte de un proyecto integral e inclusivo de país. Conjuntamente a los sindicatos, la economía popular y las pymes, el sector privado de carácter comunitario, es parte de un modelo que promueve desde lo local, un desarrollo humano y territorial sustentable.
El bienestar de nuestro pueblo y la preservación del ambiente no pueden ser delegados a la lógica del mercado.
Una de las preocupaciones y ocupaciones más relevantes en estos momentos en el marco internacional son las cuestiones medioambientales, de género y juventud.
La juventud atraída por el modelo cooperativo y mutual
Es por ello que, con relación a la Juventud, que los jóvenes mutualistas y cooperativistas argentinos, participaron el 29 de agosto/23, del 2do Encuentro Nacional de Juventudes de la Economía Social, Solidaria y Popular, donde se dieron cita jóvenes para compartir experiencias y debatir sobre su futuro.
La dirigencia Mutualista y Cooperativista, acostumbra decir de manera natural, y con justa razón, que nuestros servicios “son distintos” porque llegan a nuestros asociados, que son nuestros consumidores, de manera distinta.
Y debo decir, que además de que nuestros servicios son distintos, también estamos en presencia de una juventud distinta, la juventud Mutualista y Cooperativista.
Es distinta, porque es una juventud:
- Que tiene compromiso con la comunidad.
- Que transmite solidaridad.
- Que no se amedrenta ante las adversidades.
- Que le preocupa que otros estén mal.
- Que se preocupa por como tratamos al medio ambiente.
Por todo ello, ¿Por qué decimos que es una juventud “distinta”?
Porque no solo se preocupa, si no que se ocupa, porque esta forma de actuar y de pensar, está en su ADN.
Colofón
Y culmina el destacado dirigente mutual:
“Por todo ello y por muchas otras cosas más, estamos convencidos que, con la ayuda de estos jóvenes, y su participación activa, conjuntamente con dirigentes/tas comprometidos, seguiremos ofreciendo para el mundo, un modelo económico y social distinto, un modelo alternativo de hacer las cosas, para asegurar una mejor calidad de vida, social, económica, y espiritual, en cada una de las comunidades donde se desarrolla la Economía Social y Solidaria”.