“Practicando los Principios Cooperativos, dejamos las diferencias de lado y con Solidaridad comenzamos con las primeras compras colectivas; pudimos afinar la logística para bajar los costos de transporte, y es así que, además de abastecer en ciudades, también hacemos pie en las organizaciones del cooperativismo, en dónde tenemos alrededor de 300 puntos de venta locales.

Nuestros productos plantean una lógica de producción en contratendencia de las grandes comercializadoras: respetando el ambiente; trabajando con pequeños productores, con los que tenemos vínculos sociales, poniendo en primer plano a los que producen, a quienes trabajan como protagonistas de estos procesos.

La Federación plantea visibilizarnos, que se nos reconozca y a través de eso impulsar Programas y Políticas Públicas que fortalezcan a nuestras Cooperativas de Trabajo, para que el acceso a los alimentos sanos sea una Política de Estado.

En realidad, nuestra organización nace para dar salida a una producción que había sido expulsada del mercado; quisimos dar respuesta a eso y allí nacen los entramados productivos y se generaron vínculos de afinidad que muchas veces están organizados por los mismos consumidores para una alimentación más saludable ya que son productos sanos, sin aditivos, sin agro químicos; sin conservantes, con una transparencia de precio, que representa el trabajo asociado. Y con esto también se fortalece el consumo.

Estamos hablando también de poder certificar las producciones agroecológicas. Se trata de producciones familiares, de cooperativas o de productores directos, por ejemplo, producciones azucareras, molinos harineros, productos de Misiones. Estamos promoviendo una buena alimentación y fortaleciendo un circuito productivo, sin explotación y en manos de quienes trabajan”.