El gasto podría ascender a medio punto del PBI; nuestras organizaciones sociales piden más trabajo y menos planes. Un guiño a la CGT y ampliación de programas
Se espera una batería de medidas económicas con el objetivo de “fortalecer los ingresos”. Se ha pensado en un programa para ampliar el empleo y reconvertir Planes Sociales en trabajo, créditos no bancarios para proyectos productivos de la Economía Popular, aumento del mínimo no imponible para los asalariados formales y ampliación de la Obra Pública.
También se instrumenta la suba del Salario Mínimo Vital y Móvil, a lo que se sumará un bono para los informales y los jubilados.
Además, llegará la respuesta al tan ansiado pedido de las Organizaciones Sociales: créditos no bancarios. Los préstamos serán para cooperativas, mutuales, empresas recuperadas y pymes, a los que no llega la banca tradicional. Tendrán tasa subsidiada y el Estado realizará un fondeo de al menos $10 mil millones a través del INAES, que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo buscará ampliar los programas de empleo, como el “Te Sumo”, para que sea más masivo que para 50 mil trabajadores. Y poder replicar la combinación de trabajo formal con planes sociales, tal como se hizo en las Economías Regionales. El pedido de las organizaciones es por “más trabajo y menos planes”.
Otro de los anuncios tendrá foco en la clase media y será un guiño a la CGT, dado que volverá a subirse el piso del impuesto a las ganancias, para que debajo de los $175 mil los trabajadores no paguen.
Sobre todo, se ha pensado en los trabajadores informales, que se desempeñan en sectores donde todavía no hubo ningún tipo de reactivación, y que por su condición de informales quedaron fuera del ATP, el REPRO o la prohibición de despidos. Pero, además, buscará llegar a los asalariados que aun teniendo trabajo “rozan” la línea de pobreza.
Bajo estas metas se ubicarán medidas como subir el salario mínimo un 46%, once puntos más a como se había cerrado en abril, y superar los $32 mil. Hoy el salario mínimo en $29.160 está por debajo de la línea de indigencia. El impacto será en hasta 300 mil trabajadores fuera de convenio y en más de un millón de personas que perciben programas que se actualizan por el salario mínimo, como el Potenciar Trabajo, las becas del Progresar y el REPRO.
La idea es subir ingresos. El tema es que esto se hará con la “maquinita de hacer dinero” y ya se sabe qué pasa cuando la emisión monetaria es muy alta: la brecha cambiaria se aumenta y el Banco Central queda en peor situación. Se rompe el equilibrio macroeconómico.
La aceleración de la inflación podría terminar afectando a quién se pretende ayudar. Se tendrá que tener cuidado, ya que “de buenas intenciones está empedrado el camino…”
Fuente: Ámbito y elaboración propia