Un grupo de gente orgullosa de la Mutual quiso cumplir el sueño de dos de los fundadores, el Dr. Francisco de Ruggiero, asociado fundador y Presidente hasta su fallecimiento en el 2003, con más de 100 años de pasión solidaria y el Dr. Abraham Konicsczer, socio fundador y miembro del Consejo Directivo. Con el descubrimiento de placas en el hall del Edificio I de la Mutual se homenajeó a estas personas de gran corazón.
Ambos enseñaron los principios del mutualismo, su organización democrática, neutralidad institucional política, religiosa, ideológica, racial, gremial, la aplicación de excedentes para el bien común, y sobre todo defender el bienestar del asociado.
Ellos un día vieron una casita en venta y pensaron “¿y si la compramos?”. Casa Universitaria, fundada en el año 1958 y luego la Mutual Universitaria en el año 1966.
Uno de los sueños de ellos era hacer viviendas y luego de muchas complicaciones se pudo iniciar. La Municipalidad de San Martín, los orientó en la construcción del edificio, cuyos departamentos fueron todos comprados por asociados a la mutual.
En el momento de su inauguración, estuvo el sueño cumplido de los fundadores.
La obra que viene haciendo la Mutual desde hace muchos años, se ve consolidada con esta concreción que habla de la fuerza, la capacidad y el liderazgo para llevar adelante semejante iniciativa. Los proyectos se hacen fuertes y se proyectan desde hace tantos años en la comunidad, que parecen tener una fórmula que los hace llegar tan vivos, firmes y enteros: la confianza y el acercamiento con el asociado.
Además de los importantes servicios que brinda a sus asociados, uno de los importantes aportes que ha realizado para la comunidad, es la de darle un lugar a la primera biblioteca parlante para ciegos.
Por otra parte, Consejo Directivo y el personal se esfuerza por el desenvolvimiento de la entidad, destacándose la figura de su gerente, la señora Blanca Beatriz Sbarbati, junto a todo su equipo que abrazaron al mutualismo como estilo de vida.
La Dra. Lidya Kety Martínez, Ex Presidenta de la entidad, manifestó “tenemos muchos sueños y algunos se han hecho realidad. Por ejemplo, soñamos que podíamos construir un edificio para los asociados de la mutual, fue un sueño muy grande. Y lo concretamos. Ante las dificultades hicimos lo que hay que hacer: generar confianza entre los asociados ¡no podíamos abandonar a la mutual!”.
Es que los actuales directivos se impusieron el deber de afrontar con el mayor empeño todas las adversidades, poniendo su enfoque en el trabajo y la perseverancia, bregando para construir una muy buena imagen para la entidad.
La Prof. María D’Ambrosio de Poggi testimonia que “en la mutual se respira mucho amor, solidaridad, servicio. Eso es lo que sentimos quienes trabajamos ad honorem, con amor, por esto que hacemos es con pasión, fuerza y energía. Tenemos una Comisión maravillosa, todos somos parte de lo mismo. Es muy importante el apoyo de todos y su presencia en cada acto.
El asociado Sr. Mario Bernabé, afirmó que “Es una honra haber dado nuestro apoyo y nuestro incondicional derecho de vivir algo tan maravilloso como es ser mutualista, que es dar sin pedir, es poner la vocación por el otro, es encontrar siempre una mano tendida, y eso tenemos con nuestra Mutual Universitaria”.
Se recuerda también a los fundadores Dr. Francisco de Ruyero, al Dr. Abraham Conitcher y al Dr. Bernardo Krause. El hijo de uno de ellos, el Dr. Carlos Federico Krause recuerda a su padre con orgullo, ya que cuando él era muy niño lo llevaba de la mano para que lo acompañara en su entrega incondicional al bien común, porque integraba no sólo la mutual sino también diversas cooperadoras y otras entidades.
Todos los fundadores han trascendido con su ejemplo, porque jamás bajaron los brazos, y dejaron un legado de dignidad, con un recuerdo que sigue vivo a través de los años.