El Banco COINAG Cooperativo además de ser un caso exitoso, asombra también por su desenvolvimiento heroico, a través de momentos del país extremadamente convulsionados en lo político y en lo económico.
La voluntad de sobrevivir y arraigar en su propia región se demuestra con énfasis y coherencia en forma sistemática y por muchísimos años hasta el momento de su transformación en un Banco Comercial.
Desde conformar su propia cooperativa, luego para integrarse al Banco Bisel, luego continuar separados del mismo y en el intertanto crear una Fundación y una Mutual que comenzó con tres filiales. Trámites no les faltaron, resiliencia tampoco. El deseo de prevalecer sin perder su cercanía con la gente y sus Valores hicieron la diferencia.
Nos cuenta su historia un destacado representante de este Grupo.
“Después de atravesar un complejo período de tramitaciones, finalmente el 2 de abril de 1979 comenzó a funcionar en Santa Fe – una nueva entidad financiera bajo el nombre de Banco COINAG Cooperativo. Su nombre quiere decir Comercio-Industria-Agro que son los sectores que se quieren atender.
La integración con las mutualidades y cooperativas tiene que ver con el objetivo de fortalecer a emprendedores, pymes y empresas familiares, cumpliendo una importante función social ya que se logra potenciarlas, en su propio lugar.
En cuanto a los servicios que presta la Mutual Aginco, son los de Ayuda Económica; Ahorro a término que son depósitos a tiempo determinado y Billetera electrónica entre otros. Por otra parte, la Mutual cuenta con varias filiales, todas en la región, que no estaban atendidas porque se quedaron sin Bancos en la localidad”.
“Al principio fueron siete bancos cooperativos -a los que luego se sumarían otros dos– que realizaron las gestiones necesarias con el objeto de constituir una nueva entidad comercial organizada jurídicamente como sociedad anónima: el 16 de mayo de 1995 inició sus operaciones el Banco Bisel S.A.
La Cooperativa Integral COINAG Limitada, continuadora del ex Banco COINAG fue la principal accionista de ese proyecto, y asumió el liderazgo íntegro tanto de su conformación cuanto de su gerenciamiento hasta fines 1998.
A partir de la definitiva desvinculación del Bisel, la Cooperativa COINAG inició un camino propio, dando continuidad a los objetivos que animaron a los primeros fundadores de las antiguas Cajas de Créditos y dando prioridad los asociados con la práctica habitual de los Valores de Solidaridad y Cooperación.”
“En 1983 comienza a funcionar la Fundación COINAG, a través de la cual la Cooperativa sostiene un compromiso con la educación y cultura de sus comunidades de origen, aportando los fondos necesarios para concretar una intensa labor principalmente orientada a niños, jóvenes y escuelas.”
“Lo cierto que en el año 95 por el efecto tequila debieron integrarse varias entidades. Cuando en 1997 asomaba un fenómeno de concentración de capitales que afectaría la reestructuración del sistema financiero con cierre de plazas tradicionales, ya había nacido una nueva institución: la Mutual AGINCO con sede en Santa Fe, la Mutual del Agro, la Industria y el Comercio de Santa Fe, que abrió sus puertas en aquellas poblaciones directamente afectadas, cubriendo de esa forma el vacío causado por el alejamiento de su única entidad financiera y atendiendo a necesidades básicas de su gente, como el pago de jubilaciones, impuestos y la cobranza de los Servicios Públicos o privados.
La puesta en marcha del proyecto no fue tarea fácil, pero la voluntad de los fundadores de AGINCO fue más fuerte: en menos de tres meses se dio apertura a la Casa Central en Rosario de la entidad y a sus primeras tres sucursales en Alberdi, Bouquet y Luis Palacios, contando hoy con varias filiales todas en la región.”
“Durante varios años, se dispusieron todos los recursos necesarios -humanos, monetarios, tecnológicos- y se respondió a cada requerimiento de los entes públicos reguladores de la actividad financiera.
Nunca se desistió de hacer viable un proyecto tan deseado y valioso, como iniciar un Banco Comercial, no sólo por su envergadura sino por las enormes posibilidades que significaba para la región en que la Cooperativa tenía una vasta presencia, especialmente en el ámbito agrícola, exportador e industrial donde había forjado su expertiz.”
“Este proceso fue más largo de lo esperado, y recién sobre fines de 2012, la Cooperativa tuvo la certeza de estar a un paso de hacer del Banco COINAG una realidad. Más que nunca se abocaron los esfuerzos en este sentido, y finalmente el 01 de agosto de 2013 el Banco Central de la República Argentina emitió la autorización para el funcionamiento de la nueva entidad.
Por fin, el 02 de diciembre de 2013 Banco Coinag S.A. abrió las puertas de su Casa Central en Rosario, y cumpliendo estrictamente con el cronograma presentado ante el Banco Central de la República Argentina, ya han sido inauguradas 10 sucursales y está adherida a una de las dos redes de cajeros automáticos más importantes del país.
A nueve años de su puesta en marcha, el Banco crece a paso seguro, con la premisa que lo identifica y lo diferencia de muchos de sus pares:
Ser una banca de proximidad, atenta a las demandas de los distintos agentes económicos insertos en su radio de acción, aportar proactivamente a su desarrollo y crecimiento e incluso dar oportunidades a muchísimos jóvenes y profesionales de la región incorporándolos a su capital humano.”
“La experiencia atesorada por COINAG a su paso por los distintos estamentos jurídicos, todavía acompañados por la Mutual y la Fundación, participando de las actividades económico-financieras del país, le confiere una sólida base para proyectarse hacia el futuro.
Desde sus inicios en la década del ´60 como Caja de Crédito, pasando luego a convertirse en Banco Cooperativo y hoy bajo la forma jurídica de Sociedad Anónima, la institución COINAG siempre se apoya en sus orígenes, tiene un trato de cercanía con los asociados y está para resolver sus necesidades.”