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DE PELÍCULA: LA ARGENTINA CAMPEÓN MUNDIAL
Se vio claro en el Equipo Argentino la puesta en marcha de la práctica de Valores como la Solidaridad, el trabajo en equipo, la generosidad, la disciplina, la aceptación de la derrota, y el riesgo de ganar o perder, pero que “iban a hacer lo más que pudieran”. Gracias a ello, les va a resultar fácil a los jóvenes jugadores trasladar todos estos Valores a la vida de todos los días.
Los Valores del Fútbol los podemos trasladar a la vida diaria y por lo tanto puede ser considerado como un andamiaje pedagógico dado que se aprenden al jugar.
Que sentimos los aficionados del mundial
Soñamos con la gloria, aunque no sea real. Los jugadores hacen grandes gestas y cumplen nuestros sueños. Sentimos que nuestros cánticos dan alas a los ídolos para lograr una hazaña memorable por la que todos seremos recordados. En nuestros sentimientos el fútbol es una pasión que llena estadios y reúnen a varios millones de personas frente al televisor.
Todos vibramos de emoción a la vez y endiosamos a los jugadores, es bueno alegrar a la gente, lo grave es manipularla y jugar con lo que sienten.
Que pasó con el juego limpio
Sin embargo, entre los jóvenes del equipo predominaron algunas conductas antirreglamentarias, con el fin de desarticular un contrario que viene con la pelota, y que en definitiva hubo sanciones de tiro libre o penales, para nuestro propio equipo- la Argentina- que pusieron en riesgo el campeonato.
Cuando uno de los jugadores al terminar el partido dijo “nacimos para sufrir, pero lo logramos”, seguramente perdía de vista que el sufrimiento del que hablaba fue provocado en gran parte por las infracciones que ellos mismos cometían y que ponían en riesgo lo conseguido. En esto también se necesita aplicar la Educación en Valores aplicada al fútbol, que luego se llevarán a la vida diaria.
También aquí, hay que ganar, pero no de cualquier manera, sino como tiene que ser, con altura, con corrección y sin sufrimiento ni para ellos ni para la audiencia. Les sobraban condiciones para lograrlo. Nadie debería poder decir de los equipos argentinos que tenemos “juego sucio”, como lo dijeron sin empacho los franceses.
Una práctica civilizadora
Albert Camus, filósofo y escritor francés -premio Nobel de Literatura, 1957- señaló: “Después de muchos años en que el mundo me ha permitido diversas experiencias, lo que más se acerca a la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”.
Consideran psicólogos, sociólogos y profesores de educación física, que es una actividad que provee Altos Valores, y que es un medio importante para el desarrollo psicosocial del individuo y de integración social y cultural.
También que es apropiado para enseñar a todos, pero sobre todo a los más jóvenes, virtudes y cualidades positivas como justicia, lealtad, afán de superación, convivencia, respeto, compañerismo, trabajo en equipo, disciplina, responsabilidad, conformidad con las reglas.
Aunque esto tal vez va en contracorriente con los vaivenes sociales, ya que hay una aceptación muy generalizada de una sociedad que se desencontró con su esencia, y que facilita, las conductas inapropiadas. Sin embargo, los que nos damos cuenta, tenemos que persistir en el fenómeno educativo que es la práctica de los Valores como cohesión social.
El deporte que se ha hecho industria
La FIFA actúa como multinacional con intereses en todo el mundo ya que el fútbol como industria responde a intereses económicos internacionales, mueve más dinero que la General Motors y tiene repercusión mundial. Por supuesto está presente en cualquier parte del mundo y siempre hay intereses detrás. Sin duda es un poder que se utiliza para hacer dinero, controlar y manipular.
Este deporte pasa a ser un producto más; cuando se promociona un equipo reporta beneficios económicos. Las empresas invierten dinero en la expansión del fútbol ya que abren nuevos mercados. El interés económico prima sobre los valores deportivos y los equipos son empresas.
Por cierto, muy lejos, del potrero, de los clubes de barrio o de los clubes de entidades Mutuales y del centro que debiera ser cada ser humano.
Un fenómeno de inclusión social
El fútbol puede ser promovido en distintos contextos sociales, pudiendo lograr un fenómeno de inclusión social, generando dinámicas de trabajo en equipo y fomentando la unidad de las personas.
Es un deporte enriquecedor y formativo, una actividad integradora de la sociedad, potenciador notable de los valores culturales. También el Estado al plantear una propuesta organizada para diferentes estratos sociales, podría realizar los necesarios controles y por supuesto detectar talentos deportivos.
El fútbol es un gran simulador de lo que es la vida, y a través de él vemos las miserias humanas, pero con la posibilidad del individuo de ser creativo en el juego, y con una oportunidad de pertenencia social.
Tenemos una fe absoluta en que la práctica deportiva aporta al ser humano importantes beneficios físicos, psicológicos y sociales; aborda la educación integral de una persona y es un vehículo formativo.
Colofón
Estamos orgullosos de este equipo que salvó todas las situaciones, incluidas las provocadas por ellos mismos. Dieron todo de sí, y se notó. Lograron que la Argentina sea campeón mundial y ya entraron en la historia.
¡La blanca y celeste casaca inmortal!
Gracias Scaloneta, gracias equipo.