¿Qué es el ser humano para el cooperativismo y el mutualismo?

“Es un productor, un creador, un transformador, un sujeto que desarrolla. Porque si no hace todo eso, pierde su dignidad. Entonces, es muy importante pensar filosóficamente, cómo estos sistemas solidarios rescatan o resignifican la idea de “ser humano”. Hay que pensar que participa de la creación, participa de la producción, del desarrollo. Y si no hace nada de eso, se siente vacío, se siente como si no tuviera un proyecto de vida. El cooperativismo nos da un gran proyecto de vida”.

¿Y la idea del mundo que la filosofía pregunta?

“El cooperativismo y el mutualismo responden que el mundo está abierto a desarrollarse, a que se transforme, a que el ser humano lo tome, no digo que lo domine, pero sí que lo encauce.”

¿Lo encauce hacia dónde?

“Hacia la libertad.”

¿La libertad por qué?

“Porque cuando uno tiene trabajo y uno produce, la libertad tiene sentido. Cuando uno no trabaja, cuando uno no produce, cuando uno no tiene proyecto, la libertad no tiene sentido. La libertad termina siendo un entretenimiento, algo vacío. Entonces, al mundo es muy importante verlo desde el punto de vista que es todo un sistema que hay que transformar, y reconstruirlo”.

¿Pero en función a quién?

“Al ser humano. Desde hace mucho tiempo hasta hoy, el ser humano se ha transformado en dueño dominante del mundo, precisamente desde la sociedad de consumo. Al mundo parece que lo gobierna en forma intempestiva el mismo hombre.

En el cooperativismo, se resuelven las cosas desde los Valores, desde los Principios, desde lo verdaderamente humano, uno encuentra esa respuesta.

Por eso, por ahí, también están combatidos el cooperativismo y el mutualismo por el capitalismo, en cierta forma, ya sea por sistemas de gobierno que no quieren que la gente se una y se avive o por sistemas de mercado capitalista que solo piensan en la riqueza individualista. 

Porque cuando la gente se une, charla, conversa, crece, debate, critica, discute, a veces los sistemas de gobierno y de mercado no quieren eso, porque son peligrosos”.

¿Para quién son peligrosos?

“Para los que quieren hacer las cosas solos, para los que se quieren salvar solos. Y por eso, por ahí también hay una sociedad capitalista y postmoderna que se ha dedicado a vaciar las mentes de Valores y Principios, para que la gente no piense en colectivo. Es lógico que ellos hagan eso, son sus intereses privados que están en juego.

Hay una necesidad de un pueblo de seres huecos, vacíos, solos, solitarios, sin familia, sin amigos, sin sociedad, sin organizaciones. Por eso también nosotros decimos muchas veces con el gobernador de San Luis Claudio Poggi, que venimos a reconstruir el tejido social con el cooperativismo y el mutualismo.

O sea, se toma al cooperativismo y al mutualismo como punta de flecha para ver si solucionamos un poco la terrible destrucción del tejido social. Familias rotas, amistades rotas, clubes rotos, escuelas vacías, partidos políticos corruptos. No hay clubes, no hay nada donde la persona diga, me voy a reunir aquí a pasarla bien con mis amigos.

Entonces, confiamos mucho en la Economía Social y Solidaria. Si se pudiera, que todos estuviéramos de acuerdo, podríamos cambiar; no digo al mundo porque sería utópico, pero sí transformar la trama social.”

Para todo, se necesitan buenas personas

“Necesitamos unirnos, y tener bien claros los Principios, los Valores, el pensamiento, la reflexión. Una unión que valga la pena.

En las capacitaciones, o cuando hablamos con gente del cooperativismo, les decimos que si van a armar una cooperativa no piensen primero en la producción, piensen en el grupo humano. Porque se puede hacer una gran producción y seguro que va a ir bien si hay compradores, asociados o clientes. Ahora, si el grupo no está consolidado, ¿cuánto va a durar el funcionamiento de esta cooperativa?

Entonces, lo más importante antes de empezar cualquier emprendimiento colectivo es preguntarnos qué tal somos como personas.

¿Cómo somos? ¿Cómo vamos con ese tema? Porque, como digo, puedo ser muy buen productor, pero muy mala persona. Y el cooperativismo lo que necesita para que funcione son buenas personas. Y ahí, es cuando uno encuentra una visión maravillosa.”