Esta Jornada fue realizada el 12 de noviembre/24 en la Mutual del Personal de Estado Nacional, Provincial, Municipal y Afines-AMEPORT que cedió generosamente sus hermosas instalaciones.
-Rosa Beatriz Rodríguez, presidenta de la Confederación Nacional de Mutualidades de la República Argentina- CONAM
-María Elena Acevedo, coordinadora ALUMNI, Capítulo Paraguay.
-Andrés Selliez; presidente de la Federación Santafecina de Mutuales Prestatarias de Ahorro y Préstamo -FESMAP
-Gabriel Daniel Petitto, presidente de la Asociación Civil de Proveedores de Bienes y Servicios Financieros y Fintech -ASOPROFI
-Susy Bello Knoll, coordinadora de ALUMNI y LATAM, Capítulo Argentino.
-Eduardo Segovia Mattos, Comité Coordinador ALUMNI Capítulo Argentino
La organización fue llevada a cabo por CONAM; ALUMNI Universidad de Salamanca Capítulo Argentino y ESyM
Este encuentro sobre Finanzas Sostenibles es una oportunidad valiosa para resaltar el aporte que las entidades de la Economía Social y Solidaria hacen a un cambio de mentalidad en la forma de entender las finanzas.
Debemos reconocer que, al abordar el tema de las finanzas éticas y sustentables, sentimos que se trata de un asunto que afecta a cada uno de nosotros, en lo más profundo de nuestras vidas cotidianas, en nuestras decisiones como consumidores, y en las políticas que rigen el destino de nuestros países.
Hoy más que nunca, nos enfrentamos a un panorama económico que nos invita, a reflexionar sobre el rumbo que tomamos.
¿Estamos dispuestos a seguir fomentando un sistema financiero que prioriza la maximización del beneficio a corto plazo sin importar las consecuencias sociales o ambientales?
¿O es posible construir una alternativa sólida, ética y sustentable que respete la dignidad humana, proteja el medio ambiente y favorezca el bienestar colectivo?
Las finanzas éticas o sostenibles surgen precisamente como una respuesta a la crisis de confianza que hoy atraviesa el sistema financiero tradicional. En lugar de ver el dinero como un fin en sí mismo, se lo concibe como una herramienta al servicio del bien común, que puede y debe usarse para promover el desarrollo sostenible, la justicia social y la Equidad.
Ahora bien, no se trata solo de cambiar la forma en que se gestionan los recursos, sino también de transformar nuestra concepción misma de lo que significa “progreso”.
La inversión responsable y las Finanzas éticas no son utopías inalcanzables; son realidades tangibles que han comenzado a ganar terreno en el mundo, desde la financiación de proyectos verdes y de energías renovables, hasta el respaldo a emprendimientos sociales que buscan mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables.
Es fundamental que comprendamos que el crecimiento económico que no respeta los límites ecológicos ni asegura la justicia social no puede ser considerado verdadero progreso. Es por ello que las finanzas éticas nos ofrecen una nueva perspectiva: no se trata de cuánto ganamos, sino de cómo ganamos y cómo ese “ganar” impacta al entorno y a los demás.
¿Es posible, entonces, imaginar un modelo financiero que se aleje de la especulación y la explotación, y que en su lugar fomente la solidaridad, la cooperación y el respeto por el medio ambiente?
No es una tarea sencilla, pero tampoco es una causa perdida. La clave está en la educación financiera, en la toma de decisiones conscientes y responsables, y en la creación de un marco normativo que regule y favorezca estas prácticas.
Las inversiones responsables no son solo una alternativa viable; son, en muchos aspectos, la única forma de asegurar que nuestras economías no solo sean rentables, sino también sostenibles a largo plazo.
Es imperativo que los líderes de nuestra sociedad se hagan estas preguntas y, sobre todo, que estén dispuestos a transformar sus prácticas y políticas en aras de un futuro más justo y equilibrado.
Porque, si es cierto que la Economía Social y Solidaria puede ser la locomotora del desarrollo económico y social, las finanzas éticas son el combustible que impulsa ese cambio hacia un futuro más sustentable.
No nos resignamos a pensar que este modelo de finanzas es solo una ilusión. Creemos profundamente, que puede ser una realidad tangible si trabajamos juntos, con compromiso, con ética y, sobre todo, con la convicción de que la verdadera riqueza radica en el bienestar colectivo, en el respeto por el medio ambiente y en la construcción de un futuro compartido.