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“Es una alegría estar en este segundo encuentro de jóvenes, dicen que dos veces es un hábito, pero hacerlo tres veces va a ser una costumbre, cuatro veces va a ser una institución: eso es lo que tenemos que construir y mantenerlo en el tiempo. Estamos viviendo momentos muy singulares este año, con zozobra, preocupaciones por una de las crisis políticas económicas simbólicas afectivas más profundas que ha conocido la humanidad de los últimos tiempos y hay que sopesar que significa eso y obviamente que a nosotros, lo que lo que nos preocupa entendiendo la gravedad de la situación, es que el poder transformar esta realidad no va a ser de un día para el otro. Entonces es muy importante que unamos fuerzas y todas las fuerzas la de la experiencia y la fuerza de la alegría también llamada juventud.

En qué medida un joven es sujeto político

Si algo nos han enseñado los feminismos en los últimos años es que las mujeres y las diversidades se constituyeron como sujeto político porque había feministas. Esto es un fenómeno relativamente reciente. Estamos de acuerdo porque se constituyeron como sujetos políticos, pero básicamente le dijeron que “No” a algo, eso lo constituye un sujeto político, un colectivo que le dice “No” a la violencia masculina, al feminicidio.

Si trasladamos eso a los jóvenes ¿A qué le dicen que “No” los jóvenes y las jóvenes cooperativistas y mutualistas? Es la gran pregunta que nos tenemos que hacer. Yo creo que ahí hay que tomar la experiencia feminista y la experiencia política histórica en que un sujeto político se constituye como tal cuando le dice que “No” a la violencia.

El punto es identificar las formas contemporáneas de la violencia y pensamos en violencia de género, violencias ambientales, violencias generacionales, también la violencia del lucro que justamente es uno de los temas que nos interesa. Las cooperativas y el mutualismo históricamente  tuvieron dos grandes formas en términos políticos de enfrentar esa violencia: la forma conservadora y la forma reformista o revolucionaria. La conservadora considera que la manera en la cual se organiza la violencia está bien y que no hay que cambiarla, que domine la violencia de lucro, que domine la violencia patriarcal, que domine la explotación de la naturaleza y frente a eso hubo una reivindicación al subvertir ese orden y que la forma en la cual se regula la violencia cambie.

Los discursos quejosos cansan

Los discursos políticos finalmente han sido grandes discursos quejosos, los conservadores que se quejan de que la sociedad ya no es lo que era antes y hay conservadores en la  izquierda y la derecha y los que plantean de que ya saben lo que hay que hacer para cambiar las cosas, pero que vemos que las cosas no cambian como dicen que deberían cambiar. Eso se llama la grieta en Argentina, la grieta es un gran grito quejoso que deja a la juventud ensordecida porque finalmente creo que todos compartimos el cansancio de escuchar la queja de los que no encontraron un camino para resolver la violencia de lucro, la violencia ambiental, la violencia de género y creo que ahí hay una pista para saber a qué le decimos que “No”.

No queremos una lucha sustitutiva sino desplazar lógicas

El segundo punto de un sujeto político es que en general tiene dos alternativas: o sustituye aquello que es causa de la violencia o los desplaza y se articula; esto nunca funcionó para los jóvenes porque en general los jóvenes no quieren estar en el lugar de los viejos. Los jóvenes quieren impulsar otra lógica que es la lógica propia de su generación, un joven no quiere ser viejo lo mismo pasa con las mujeres, que no quieren estar en lugar del varón, quieren desplazar una lógica de dominación patriarcal. Lo mismo nosotros no queremos estar en el lugar del que destruye el planeta nosotros queremos que no se destruya el planeta. O sea, que no es una lucha sustitutiva, no queremos reemplazar al que domina, queremos desplazar lógicas. ¿Cómo se desplazan lógicas? Bueno hay algo fabuloso que ha inventado por suerte la humanidad que se llama el cooperativismo y el mutualismo; es una forma de regular la violencia y desplazar la lógica de dominación. Nosotros no planteamos un jefe en un lugar de otro, no nos planteamos otro dueño en lugar del dueño existente, nosotros planteamos regular la violencia desde el colectivo y la producción de sentido colectivo.

Nosotros queremos construir un orden simbólico donde podamos regular la violencia de género, generacionales, ambientales y la violencia que produce el lucro. Esa es la función cooperativa y mutual. Y esa es la que produce sentido.

Los jóvenes tienen el único proyecto viable

Ustedes son un sujeto político portadores del único proyecto viable y sustentable a largo plazo de producción de un sentido, porque el cooperativismo produce sentido prácticamente de manera práctica, nosotros no estamos acá teniendo una discusión ideológica abstracta, no estamos diciendo cómo debería ser la sociedad, estamos diciendo cuál es nuestra práctica que permite que la violencia sea regulada de otras formas y que podamos producir sentido.

Este encuentro que es el segundo, anuncia una serie larga que implica tomar conciencia de la potencia que tiene la juventud y les tengo una mala noticia, dejarán de ser jóvenes, pero serán portadores de la responsabilidad de encontrar cuál es la forma específica de la regulación de la violencia futura. Y eso es una práctica que nosotros tenemos que incorporar porque en la sociedad no hay mil formas prácticas de regular esa violencia, o es el cooperativismo, o es el mutualismo.

Levanten las banderas asociativas estando convencidas y convencidos de que son ellas las que marcan un horizonte de transformación real de la sociedad, lejos de discursos abstractos y muy cerca de su territorio y de la posibilidad de transformarlos Así que bienvenidos y bienvenidas a este camino que emprendemos juntos; bienvenidas y bienvenidos entre ustedes de conocerse y de creciendo en cooperativismo y en mutualismo, que es eso lo que necesita este país”.