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“Un cambio de fondo en la regulación en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri, no se ha cambiado hasta ahora; básicamente encarece los costos al punto de que ha significado una baja en las utilidades para la Subdistribución del gas de un 45%.

Resulta una desproporción de los intereses que las distribuidoras por Reglamento aplican a las Subdistribución cuando se atrasan en sus pagos respecto de los que, por igual norma se puede cobrar a los usuarios finales.

Como novedad, también la Reglamentación de la Ley que fija subsidios para la zona fría nos perjudica al no haber contemplado el tiempo en que demoran las acreditaciones de fondos de la Secretaría de Energía: cooperativas, mutuales y empresas municipales y comunales deben pagar a los 45 días lo que el Estado las compensa recién a los 60 días en promedio”.

Somos rehenes de las Políticas Públicas

“Las cooperativas, comunas y municipios surgieron en tiempos de Gas del Estado, ante la evidencia de que el Sector Público Nacional no llegaría a las 200 localidades que eligieron tener sus propios servicios de gas natural por redes. Son anteriores a las privatizaciones del peronismo en los ’90. Con las concesiones de esa década, que dividió al gas en producción, transporte y distribución, se creó la figura del Subdistribuidor.

Hoy de los 9 millones de argentinos que gozan del gas por redes 500 mil cuentan con Subdistribuidores que son una figura típica de la Economía Social y Solidaria

Tenemos un panorama de flujos de fondos negativos por falta de tarifas -una queja compartida con las Distribuidoras- y otros problemas específicos del Sector, insistimos en advertir que todos los números del Subsector son públicos como públicas son las políticas del gobierno nacional y sus regulaciones que nos perjudican.

Tenemos el mismo objeto que las empresas Distribuidoras de Gas, pero no hemos recibido hasta ahora la misma atención, ni económica ni financiera, Hemos sido rehenes de Políticas Públicas que, a diferencia de lo que ha sucedido con las Distribuidoras, han afectado de manera alarmante nuestra posibilidad de sostenimiento.

Las asimetrías que tenemos con las Distribuidoras, la falta de acceso al financiamiento y un alto endeudamiento se deben a las políticas regulatorias tarifarias que nos afectan, además de los problemas comunes a la economía del país”.

Duro golpe sin visos de solucíón

“La génesis de la insuficiencia de fondos para las Subsdistribuidoras ocurre en diciembre de 2016, cuando se reemplaza el precio del gas que era como un usuario residencial-, por el denominado mecanismo ‘pass through’ con un precio más elevado.

Enargas no realizó en ese momento ningún análisis económico sobre la razonabilidad económica de esa decisión. No se estudiaron los ingresos y egresos de los Subdistribuidores, incluyendo los costos financieros, para determinar si era sostenible ese nuevo precio. Y el margen bruto de las Subdistribuidoras pasó a atender sus gastos operativos y disminuyó en sus inversiones de capital.

Entre octubre de 2016 y abril de 2017 disminuyó en un 45% sus ingresos. Y desde entonces esa tendencia es alarmante, con el gobierno anterior y con el actual”.

Las Regulaciones perjudican por la falta de sentido común

“Además del grave cuadro descripto, por las tarifas aprobadas por la Revisión Tarifaria Integral, la situación de las Subdistribuidoras también empeoró por el endeudamiento provocado por otra regulación de Enargas: el período que transcurre entre que las Subdistribuidoras tenemos que pagar a los Distribuidores la factura y el tiempo en que los Subdistribuidores logramos recuperar lo facturado a los usuarios finales.

Actualmente de 7 días se pasó a 40 días de plazo para pagar a los Distribuidores, pero se advierte que estos cuentan con 75 días para pagar a las Productoras, y dicen que son insuficientes, imaginen que nuestro sistema de cobro a los clientes requiere de no menos de 90 días. Así “los Subdistribuidores vamos a quedar endeudados con los Distribuidores”.

En caso de mora, las Subdistribuidoras tienen que pagar una tasa que es una vez y medio más alta que la que se le puede cobrar al usuario”.

Una proporción insuficiente

“Según datos de Fesubgas, de cada 100 pesos que cobran las cooperativas y mutuales a sus socios 85 pesos se destinan pagar las facturas de las licenciatarias zonales. Solo queda un 15% de margen bruto que debe ser para los gastos de personal, operación y mantenimiento del servicio, más el pago de las deudas que suelen tener los Subdistribuidores por esta incongruencia en los plazos que nombré anteriormente”.