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BELGRANO ENARBOLA LA CELESTE Y BLANCA
Manuel Belgrano sin autorización oficial, hizo flamear los colores de la Patria.
A fines de enero de 1812, al coronel Manuel Belgrano le dan la misión de marchar con el Regimiento Nº 5 a la Villa de la Virgen del Rosario de los Arroyos, hoy conocida como la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe. Ya en Rosario, el 7 de febrero de 1812 Belgrano apura la construcción de dos baterías para la defensa de las incursiones que hacían las naves realistas acantonadas en el puerto de Montevideo y que subían por el río Paraná buscando desembarcar y tomar posición.
Ante la situación de posibles enfrentamientos, Belgrano pide al Triunvirato confeccionar una nueva escarapela ya que, hasta el momento, se usaba una escarapela roja al igual que las tropas realistas y eso se prestaba a confusión.
El Triunvirato autoriza el uso de una escarapela de color blanca y azul celeste. De esta manera Belgrano procede en forma inmediata a la confección de la escarapela y a los pocos días escribe al Triunvirato contando la alegría de la tropa de tener una escarapela que los diferencie de sus enemigos.
Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812 enarbola la bandera celeste y blanca
El día 27 de febrero decide inaugurar la batería y se encuentra con la necesidad de enarbolar bandera. Por consiguiente, escribe un nuevo oficio al gobierno diciéndole: “siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola la mandé a hacer blanca y celeste conforme los colores de la escarapela nacional”.
Discurso de Jura de la Bandera a toda la tropa
“Soldados de la Patria juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que así lo juráis decid conmigo ¡Viva la Patria!”.
Luego, recibe la orden de hacerse cargo del Ejercito Auxiliar del Alto Perú en reemplazo de Pueyrredón y Belgrano se dirige a Jujuy.
En ese 25 de mayo -segundo aniversario de la Regeneración Política, como se llamaba por entonces el primer gobierno patrio- Belgrano hace bendecir y jurar a la bandera por sus tropas.
En ese acto se dirige a su tropa y al pueblo de Jujuy:
“Ven por primera vez en mis manos la bandera nacional los distinguirá de las demás naciones del globo”. Fue un discurso que pegó hondo en todo el pueblo norteño. De ahí sabemos que luego vino el apoyo al Gral. Belgrano con el Éxodo Jujeño.
Pero el Triunvirato no se decidía todavía a cortar con España y le envía a Belgrano otra vez una bandera realista y no le autoriza la blanca y celeste.
Por eso, Belgrano combate en Tucumán sin bandera y luego la impone y jura sobre la bandera celeste y blanca fidelidad a la Asamblea del año trece, el 13 de febrero de 1813.
Siete días después, el patriota tiene su bautismo de fuego, el 20 de febrero de 1813 en la gloriosa batalla de Salta que, junto con la batalla de Tucumán, nos marcan el camino a una declaración de la independencia. La oficialización de la Bandera Nacional llegaría recién cuatro años después, en julio de 1816, tras la aprobación de la misma por el Congreso de Tucumán.
Colofón
Es la bandera celeste y blanca la que nos hace sentir en unidad y en pertenencia; a tal punto que, tiene un papel enorme en nuestra sociedad y genera grandes emociones.
Contiene una carga simbólica muy fuerte porque nos identifica con un colectivo social, ya que nos representa a todos los nacidos en suelo argentino con un ideario de libertad que está planteado por nuestros próceres en los albores de la Patria.
En ella se refleja la geografía del país, los ríos, las montañas, las ciudades, los campos, los grandes lagos, y a todos los argentinos y las argentinas.
Una sola bandera, la celeste y blanca flameando para todos nosotros, en todos los rincones de la Patria.
¡Gracias al Gral. Manuel Belgrano por tan bella creación!
