Desde 2017, un grupo de mujeres herreras agrupadas en la Cooperativa “La Ñeri” buscan trabajar en un oficio, con la dignidad que otorga el esfuerzo propio, la cooperación y la solidaridad, en un trabajo no tradicional en el que se tienen que abrir camino.
Más allá de que los vecinos y vecinas en la actualidad, naturalizaron el trabajo que realizan, no fue todo color de rosas en los inicios de la cooperativa y tuvieron que atravesar muchas dificultades por el simple hecho de ser mujeres.
Desarrollan todo tipo de elementos, desde rejas, portones, maceteros, bicicleteros y hasta parrilla, esta organización no detiene su marcha en el conurbano bonaerense.
“Somos un grupo de mujeres muy compañeras. Empezamos haciendo lo que podíamos, después nos involucramos más con las cuestiones de la herrería y gracias a Dios estamos saliendo adelante. En esta época de pandemia no hay mucho trabajo, pero nos arreglamos como podemos.
Es muy importante para nosotras este lugar de trabajo y tenemos la necesidad de que el espacio donde trabajamos pueda ser concedido para las diferentes agrupaciones que en él se instalaron.
Nadie me quería dar empleo por la edad que tengo, en ningún lado. Es por esto que si llegamos a perder la casona no voy a tener adonde ir. Todas nuestras herramientas están aquí. Vamos a seguir luchando, exigiendo la expropiación definitiva, para que cada una de las trabajadoras mantenga su trabajo.
No sé qué pensará la gente de nosotras hoy. Cuando decía que soy herrera, que hago puertas, ventanas, que soldamos, nos miraban con cara rara. Yo creo que tenemos el mismo derecho que los hombres de hacer lo que nos gusta y apasiona. Somos luchadoras y somos feministas, queremos dar esta batalla para salir adelante”.
Son competencias “no tradicionales” aquellos oficios desarrollados en sectores de actividad donde la participación femenina es escasa o nula. Además, son actividades ajenas a lo que social y culturalmente se ha asignado como roles y capacidades “naturales” de las mujeres.
Más allá de que la batalla no está terminada, es cada vez más habitual encontrar una diversidad de géneros en cualquiera de los trabajos. Durante muchos años, y actualmente también, la herrería es una rama de actividad fuertemente masculinizada. No obstante, en Morón, esta cooperativa de mujeres intenta romper con esta lógica y, a su vez, generar más empleo para muchas vecinas en situaciones de vulnerabilidad. Lo cierto es que la sociedad argentina ya se está adaptando a todos los cambios y que la salida es siempre colectiva.
Mail: herreriacooperativa@gmail.com
Instagram: @herreriacooperativa
Facebook: Herrería La Ñeri
Fuente: Diario La Ciudad y elaboración propia
Foto: Santiago Menuhace