La conectividad en la Argentina tiene desigualdades con raíces históricas en el tendido de redes de infraestructura de servicios fijos y móviles, capilaridad e interconexión de prestadores.
(*) Diego Rossi es Profesor de Políticas y Planificación de la Comunicación, CCOM – UBA; Director de la Cátedra Libre Conectividad – UNLP; Asesor Bloque Frente de Todos, Cámara de Diputados de la Nación.
La dominancia de los operadores a nivel nacional y local tiende a perpetuarse, aun siendo contradictoria con el estándar normativo de competencia, sostenido por la Declaración de Servicio Público (Ley Argentina Digital de 2014, y su restablecimiento por DNU 690/2020).
Por su parte, los Programas de Fomento a las extensiones de servicio imprescindibles para garantizar conectividad de los argentinos y argentinas, chocan con desincentivos “del mercado” para la competencia y articulación entre operadores.
Uno de los mayores inconvenientes para las cooperativas de servicios TIC y audiovisuales radica en no disponer acceso a frecuencias para brindar servicios móviles, lo cual las privó de ofrecer paquetes más allá del triple play -telefonía e internet fijas y TV de pago-.
En enero de 2022 un grupo de cooperativas puso en marcha un Operador Móvil Virtual para brindar telefonía y datos móviles y así tener cuádruple play como los tres grandes telefónicos. El lanzamiento de este cuarto operador móvil Imowi, reabre las puertas a las cooperativas como actores actualizados, con base territorial y capacidad de escalar desde la Economía Social y Solidaria.
Las comunicaciones móviles, protagonistas en convergencia
Sin dudas, la telefonía e internet móviles se han constituido por sus rasgos distintivos como ubicuidad, movilidad y masividad, en redes infraestructurales prioritarias de la convergencia comunicacional. Ya previamente a la Pandemia Covid-19, las telefónicas reportan más líneas activas con abonos prepagos y pospagos que la cantidad de habitantes del país.
La primacía del tráfico en internet a partir de dispositivos móviles es global. Un estudio que analizó el tráfico orgánico sobre las mil webs más visitadas, indica que éste creció un 22% en el año 2020, siendo el 66% de las visitas procedentes de celulares, por sobre el resto de dispositivos como computadoras de escritorio, consolas u otros (Mendoza Castro, 2021).
En Argentina, como en el mundo, las comunicaciones móviles constituyen un segmento dinámico y rentable. La cartelización es alta y los operadores móviles con presencia nacional han sido sólo tres hasta 2021: Claro (América Móvil) con un 39% de participación del sector, Personal (Telecom-Cablevisión) con un 31%, y Movistar (Telefónica), con un 29% (Cabase, 2020).
Sólo ellos tienen asignadas bandas de espectro para dar por sí mismos telefonía e Internet móvil. Pero además de los preponderantes telefónicos, existen numerosos actores que intervienen en Internet y telefonía fija y servicios audiovisuales de pago: una docena de sociedades público-privadas nacional (ArSat) y provinciales (denominadas SAPEM), al menos 547 cooperativas de servicios públicos TIC, otros centenares de cooperativas eléctricas dispuestas a extender servicios, y un millar de PyMEs de distribuidores de TV de pago y proveedores de Internet.
La aventura de ser Operador Móvil Virtual
Un Operador Móvil Virtual -OMV- es un operador móvil que no cuenta con cierta infraestructura de telecomunicaciones (espectro radioeléctrico, infraestructura pasiva, etc.), por lo cual requiere capacidad de red de un concesionario móvil, y en algunas ocasiones requiere también de los servicios, completos o parciales, que les pueden prestar para la comercialización de telefonía o Internet móviles.
En función de los elementos que poseen dentro de la cadena de valor, los OMV pueden ser sólo revendedores de servicios móviles utilizando la capacidad técnica del operador tradicional, o bien avanzar a Operadores Móviles Virtuales Completos integrando elementos de la operación, como soporte técnico propio, la atención al cliente, puntos de venta, facturación y/o cobranza.
Presencia de OMVs en Latinoamérica
La presencia de OMVs en los países en vías de desarrollo se ha duplicado en la última década, pasando de 13 países en 2010 a 30 países en 2019 (IFT, 2020).
En América Latina, Colombia disponía a fines de 2019 de 3 OMVs, con 4.3 millones de líneas que representaba el 6.84% del mercado móvil; México dispone de 17 operadores con 2 millones de líneas y casi un 2% del mercado móvil total, similar porcentaje al de Chile, que dispone de 7 operadores con 524.000 usuarios.
Brasil, con 12 OMVs, reúne a 1,17 millones de usuarios y una participación del 0,52% del mercado. En la gran mayoría de los países de la región, la participación de mercado no alcanza al 1%.
En Argentina, el mayor OMV en actividad es Tuenti, un servicio prepago “de marca blanca” generado por Telefónica, que a junio de 2021 tenía aproximadamente 1,2 millones de líneas según la empresa.
Cooperativas TIC en Imowi
Para brindar servicios paquetizados más allá del triple play -telefonía e internet fijas y TV de pago-, una veintena de cooperativas argentinas se registraron ante Enacom para ser OMVs y por esta vía llegar al cuádruple play.
Las cooperativas de telecomunicaciones tienen rasgos distintivos en su gestión de Economía Social y Solidaria que las posiciona con capacidad de desarrollar OMV: disponen entre sus asociados y usuarios sentido de arraigo local que redunda en fidelización, proximidad y personalización del servicio TIC; tienen criterio de transparencia en la gestión en tanto sus ganancias redundan en inversiones de servicio, y capacidad de articular el modelo empresarial con objetivos sociales. Por otra parte, la escala de su capacidad asociativa a través de cámaras o federaciones, les permite proyectarse como un actor competitivo y dar saltos de escalas tecnológicos e infraestructurales.
La gran mayoría de las cooperativas que tramitaron licencia OMV se enroló en el proyecto imowi, articulado por la Cámara Argentina de Telecomunicaciones -CATEL- y la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiodifusión -COLSECOR-.
Más allá de competir en algunas plazas medianas y pequeñas con los tres grandes prestadores, Imowi se propone aumentar la conectividad móvil en centenares de localidades donde el servicio tradicional es escaso o nulo (Otero, 2020). Para ello, el proyecto además de comprarle facilidades mayoristas a Telefónica, se constituyó como Operador Móvil Virtual Completo. Los servicios cuya comercialización comenzó en 2022 disponen de tres formas de acceso a redes en sinergia, ya sea: a través de la Red del Operador Mayorista asociado, a través de las redes fijas de asociados Carry Grade Wi Fi adquirida y montada entre 2019 y 2020, o a través de las redes móviles locales que se vayan construyendo y sumando al proyecto, con crecimiento orgánico de prestación de servicios (Rossi y Oddone, 2021).
En los primeros meses de 2022, Imowi comienza a dar servicio en 32 localidades de la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe, previendo luego escalar hacia las 400 localidades que conforman el total de afiliadas a CATEL y COLSECOR. Respecto de la capilaridad de llegada, se destaca que “el 63% de las asociadas, que son el corazón de este proyecto, tienen menos de 500 viviendas en cada localidad” (Delfino; 2022).
Además de la necesidad que el regulador avance en la reducción de desigualdades entre actores TIC, resultará fundamental para la consolidación de los OMV que sean incluidos en los planes de 5G. Algunas subastas de espectro realizadas a nivel mundial consideran la obligación de compartición de cierta cantidad de espectro para los OMV. Este potencial debería contemplarse en las licitaciones proyectadas en Argentina, también para organizaciones de la Economía Social y Solidaria.
Fuente: Revista Internet Ciudadana -COLSECOR