El Mg. Alexandre Roig, presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social -INAES- visitó Entre Ríos y desarrolló reuniones con funcionarios provinciales y municipales así como visitas a cooperativas de los sectores cárnico, textil, metalúrgico y de vivienda, entre otros, de las ciudades de Paraná y Gualeguaychú.
De la comitiva de INAES participaron Jonathan Thea, director nacional de coordinación General del INAES y Emiliano Tutau, delegado Entre Ríos.
“-Cooperativa de Trabajo Empleados del Frigorífico Frigorífico, dedicada a la producción de bovinos y ovinos en cinco provincias argentinas;
-Cooperativa de Trabajo del Centro, una recuperada que comercializa indumentaria de trabajo y tiene cerca de 100 asociados y buscará exportar;
-Cooperativa Vicoer, dedicada a la obra de viviendas por consorcios en Paraná
-Cooperativa Colonia Guardamonte, un conjunto de veinte familias productoras ligadas a la Federación Agraria Argentina -FAA- que gestionan un campo de 2.000 hectáreas y que, según el presidente del INAES. tiene la capacidad de organizar una comunidad de vida y de producción diferente que plantea alternativas de trabajo, organización y una manera distinta de habitar el espacio de territorio nacional”.
En Gualeguaychú: fueron beneficiados distintos emprendimientos como la Cooperativa Textil “El nuevo comienzo”; la Cooperativa Metalúrgica Tenondé y la recuperada “Luis.J. Sueyro”.
Alexandre Roig es académico, sociólogo, con doctorados y maestrías, fue decano y co- director del Centro de Estudios Sociales de la Economía de la Universidad de San Martín y maneja en estos momentos desde el Organismo un presupuesto anual de 3 mil millones de pesos.”
“Sostuvo reuniones con Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos; la ministra de Gobierno y Justicia, Rosario Romero; el ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico, Juan José Bahillo y el presidente del Instituto de Promoción Cooperativas y Mutuales de la Provincia de Entre Ríos -IPCYMER-, Ricardo Etchemendy.
Además, mantuvo un encuentro con Adrián Bruffal, presidente de la Federación Entrerriana de Entidades Mutuales -FEDEM- y otras autoridades de la entidad.
Se reunió con desarrolladores de la Cooperativa Vicoer en el marco de una capacitación y luego viajó a Gualeguaychú donde se reunió con el intendente Martín Piaggio.
A 30 kilómetros de Maciá, departamento Tala, se está gestando una colonia productiva con gente del lugar en una porción de tierra otorgada por el Estado. Funcionarios nacionales y provinciales se hicieron presentes para observar, de primera mano, lo que puede llegar a ser un modelo alternativo político, social y cultural.”
“Nuestro objetivo es pasar de la política social, a la laboral y productiva. El INAES organiza el cooperativismo para la “producción popular”.
La cooperativa no es sólo la manera más adaptada, sino la más deseada. Es la que organiza el colectivo y la subjetividad del laburante que está afuera del proceso productivo. Ese colectivo cooperativista empuja y permite abrir la cabeza y revalorizar actividades que el proceso económico no visualiza, pero la sociedad sí, como por ejemplo el trabajo del cuidado, la producción local y las transformaciones socio urbanas.
Desde el INAES se quiere transformar el financiamiento de la producción de pymes, mutuales y cooperativas bajo la forma de subsidios y créditos, y desarrollar, en cambio, un Sistema de Crédito Productivo que articule los sectores privado, público y de la Economía Social y Solidaria además de otros grandes objetivos como modificar el sistema de matrículas para que todos los que quieran constituir una cooperativa mutual lo puedan hacer. Eso es parte de un derecho a la producción y al trabajo”.
“En cuanto a la actividad agropecuaria y la producción de los pequeños agricultores, hay una idea de reemplazar un camino por el otro que no es el conveniente, en principio porque no se dan las relaciones de fuerza para sustituir la producción masiva por la agroecológica. Se trata de reconocer primero que hay otras formas, en este caso más sanas, de producir y potenciarlas.
La transformación social se da en un marco de relaciones de fuerzas concretas, no de deseos. Queremos más producción agroecológica, bueno, pongamos la fuerza ahí para disputar. En la Argentina hay espacio suficiente para que coexistan ambos. Desde ese punto de coexistencia hay que empezar a discutir las proporciones y empujar las fronteras. Ese es el camino ante la ansiedad sustitutiva. La historia no es sustitutiva, sino un proceso de desplazamientos organizados en torno a las relaciones de fuerza.”
“Lo que se crea son proveedurías mutuales, que existen en todo el país. Hay dos ejemplos muy concretos: uno en Bahía Blanca, que tiene más de 130 estaciones de venta con precios más baratos que los del mercado con una distribución dominante en el sur de la provincia de Buenos Aires. El otro caso es en Rosario, donde el Sindicato de Empleados de Comercio creó un sistema similar con precios que están un 20 por ciento por debajo del mercado de los alimentos.
Es un mecanismo de gestión para ofrecer productos cooperativos, regionales y locales que, a la vez, deja que el dinero circule en la zona y no, como las grandes cadenas, que ingresa la plata al circuito financiero.
Cuando está destruido el tejido social y productivo para ir a un régimen de acumulación financiera no tenemos que mentirnos: no habrá una reconstrucción rápida”.
“La reactivación de la Obra Pública y la industria es muy heterogénea que se muestra en el consumo energético que volvió a ubicarse en el lugar de la pre pandemia y esto es positivo y optimista.
Es la imagen de la máquina que empieza a funcionar, pero no creo en el derrame a secas, sino en un derrame inducido, que es el que hay que provocar al corto plazo con los actores del tejido, que son los trabajadores y productores.
A este Sector le falta la herramienta jurídica y por eso pensamos que la matrícula sea parte de un derecho productivo dese el cooperativismo como proceso para formalizar a los trabajadores de la Economía Popular que hoy muchos están en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular; pero hay otros tantos que están trabajando de manera cooperativa de facto y no tienen los papeles.”
“Es fundamental el crédito productivo, como una nueva institucionalidad en el plano de un nuevo sistema financiero. El crédito bancario hoy es de un 80 por ciento personal y para consumo. Ahí tenemos un problema estructural: no hay crédito productivo.
Por eso lo primero que hay que organizar es los saberes productivos a nivel nacional, por ahí se empieza a trabajar de abajo hacia arriba y de la periferia hacia el centro. Barrio por barrio, provincia por provincia”.
“Nosotros estamos acostumbrados a pensar el desempleo, porque venimos de ahí y en la Argentina fue una política voluntaria para debilitar las relaciones de fuerza y establecer la flexibilización laboral con mano de obra barata, es decir el ejército de reserva.
Con los productores ocurrió algo similar, para debilitarlos se les sacó el crédito. El desempleo es al mundo del trabajo lo que el crédito productivo al mundo de la producción. A eso se llegó porque los productores tampoco están organizados, si lo estarían, la correlación de fuerzas para sacar una ley de estas características sería otro marco.”
Para darse cuenta de la importancia que se le da a la Economía Social y Solidaria en estos momentos desde los estamentos gubernamentales, bastaría conocer que en una localidad como Gualeguaychú, el 80% de trabajos lo realizan las cooperativas y que se busca consolidar al Sector con una formalidad plena para los asociados de las mismas y con el acceso a créditos productivos.
Cristian Suárez, presidente de la Cooperativa de Trabajos Empleados del Frigorífico, testimonió que “hace 5 años que venimos en la lucha y nos sentíamos muy solos; con esta ayuda podemos generar más puestos de trabajo. Estoy muy contento por mis compañeros, somos 100 familias y todos hemos aportado el granito de arena.»
El país crece desde el pie, como todo lo que crece y es auspicioso.
Fuente: Página Política y Elaboración propia