“Cuando tuvo que enfrentarse el sector de la Economía Social y Solidaria a la pandemia del Covid-19, desde CONAM asesoramos a las entidades en el sentido que la mejor manera de combatir la pandemia era creando “Comités de Crisis” para que analizaran la generación de herramientas para poder hacer frente a la misma.
Fue un gran cambio, ya que del trato personal al que estábamos habituados los mutualistas con sus asociados, como así también al trabajo presencial, debimos modificarlo radicalmente y comenzamos a hacer uso de los canales y plataformas digitales.
El mutualismo argentino actuó de inmediato ante la crisis pandémica y se privilegió en todo momento la continuidad de la prestación de los servicios mutuales. No sólo directivos y empleados debimos adaptarnos rápidamente al trabajo online, sino también los asociados debieron hacer uso de los servicios vía web.
Cuando tuvo que enfrentarse el sector de la Economía Social y Solidaria a la pandemia, obviamente se necesitó realizar la digitalización de los servicios, como así también brindar la información necesaria para acceder a los mismos. Las mutuales que brindan servicios de salud dieron instrucciones a los profesionales de atender por video llamada a los pacientes y el envío de recetas online a las farmacias. También se realizaron campañas preventivas de aplicación de vacuna antigripal.
A partir del 6 de abril/20 el Servicio de Ahorro y Crédito Cooperativo y Mutual fue considerado esencial por parte del Poder Ejecutivo Nacional y las mutuales comenzaron a trabajar de manera presencial con horarios reducidos y cumpliendo protocolos sanitarios que aseguraran medidas de prevención para los colaboradores, sus familiares y los asociados.
El mutualismo y el cooperativismo nacional no sólo implementaron el trabajo virtual, sino que reacondicionaron sus sedes sociales y los locales que tiene cada entidad a las medidas de seguridad e higiene aceptadas internacionalmente, para operar frente al Covid-19 coordinando con municipios, gobiernos provinciales, e incluso el nacional, para transformar su hotelería y centros recreativos en lugares de permanencia y asistencia de pacientes con necesidad de cumplir el aislamiento e incluso en hospitales de campaña.
También las mutuales fueron generadoras de diversas acciones solidarias hacia la comunidad, como ser asistencia a comedores y merenderos con bolsones de comida y elementos de limpieza y materiales sanitarios.
El ser humano por naturaleza se resiste a los cambios, pero rápidamente bajo estas circunstancias, el sector entendió que la única manera de enfrentar la pandemia era adaptarse a esta nueva realidad y obrar en consecuencia. Es por ello también que brindamos a distancia, cursos con contenido educativo y de entretenimiento para el asociado ya través de los trabajadores sociales se asistió a las familias. No dejamos nada librado al azar, sino que la presencia del sector fue efectiva y contundente.
Quiero resaltar el inmenso trabajo en equipo demostrado en todo momento por los integrantes del sector de la Economía Social y Solidaria, que batallan para hacer frente a la crisis sanitaria, social, laboral y económica que nos aqueja, en el curso de la cuál, nos sentimos en todo momento acompañados por el INAES nuestro organismo de contralor, quien estuvo sumamente receptivo y presente ante las sucesivas necesidades que le planteamos”.
“Estamos sumamente orgullosos, porque cada vez que hay una crisis en el país y en este caso también mundial, el mutualismo se readapta rápidamente y su respuesta es eficaz y efectiva.
La pandemia nos deja como enseñanza que unidos podemos hacer frente a todo, y que las mutuales como empresas sin fines de lucro, fuimos y seremos productoras de bienes y servicios, no sólo para el asociado sino para la comunidad en general, toda vez que contribuimos al financiamiento del consumo, de las Pymes y de los pequeños emprendedores a través de las ayudas económicas que brindamos y nuestra participación en las Mesas de Fomento del Asociativismo y la Economía Social y Solidaria.
La solidaridad no es una utopía, es una realidad y la herramienta más poderosa que tenemos es la vocación de servicio al asociado, que no tiene límites en cuanto a creatividad, horarios, dedicación y responsabilidad en la ayuda mutua.
La pandemia nos ha cambiado la vida a todos y en especial, en nuestras entidades, debimos simplificar el acceso a los servicios vía online y esto nos hizo aprender rápidamente que debíamos valernos de las herramientas informáticas para continuar asistiendo a nuestros asociados en esta etapa tan difícil para todos”.
Fuente: Correo Solidario y elaboración propia