Todo hombre o mujer que sienta que la equidad es posible puede cambiar. Vamos a hablar de las relaciones asimétricas, de la estructura del poder patriarcal, que no debieran existir dadas nuestras prácticas solidarias. En la ayuda recíproca damos y recibimos en la misma medida, el tema de género no es solo la distribución de mandatos entre hombres y mujeres sino que además establecen relaciones de poder entre las personas. Estamos en una comunidad y hay que articular la ayuda recíproca.
Como afecta a los varones la masculinidad tradicional.
Las actitudes abusivas las encuadramos en un sistema de poder abusivo, estrategias de control que fueron aprendidas. Son tres los sistemas que generan todas las violencias: el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo. Hay una ideología de machismo que sostiene el patriarcado, con una violencia legitimada de la mujer como objeto, es una construcción cognitiva que precede a la acción. Se refuerza el lugar de la mujer en el cuidado, hombre fuerte y mujer protegida, débil.
Cuánto más definidos sean estos estereotipos hay una mayor probabilidad de situaciones de violencia, con una víctima y un victimario. Las mujeres permanecen en estas situaciones abusivas de seis a ocho años.
Todo varón tiene cuatro dimensiones: la psicodinámica, -siente-; cognitiva-piensa-conductual- hace- se relaciona- interaccional.- El patriarcado va a limitar los sentimientos y la conducta, que se la dejan a la mujer. Por eso se dice la “media naranja” esto hace una gran victimización en varones y mujeres que no podemos ser seres completos. Hay una sola forma de ser varones y de ser mujeres. Pero a uno le da más poder.
En el pensamiento masculino todas las creencias compartidas son verdades absolutas. Si empezamos a creer cosas diferentes vamos a modificar el microsistema para que vuelva a producir otro tipo de personas, con un compromiso transgeneracional. Cuando nace un varón, se le van a dar los roles asignados por el estereotipo, que tiene que ser el número uno y conseguir un buen trabajo. Tienen más úlceras, accidentes cerebro vasculares, infartos y algunos tipos de cáncer. El niño tendrá menos confort, menos protección y menos afecto.
La generalización “todas las personas son así” es propio del pensamiento masculino tradicional. Las cosas son blancas o negras y no hay alternativas a los conflictos.
La vida no es nunca-siempre tiene matices, “esto me lo hizo a propósito”. Las cosas no son en contra suya. En el aspecto conductual se realiza una doble fachada, para la calle y para adentro de la casa .Hay una manipulación de los hijos, agresión emocional, para controlar a la pareja y aislamiento, aún en relación con otros hombres. Genera vínculos asimétricos, siente celos, manipula, tiene inhabilidad ante los conflictos, y ejerce el control. En aspectos emocionales, baja autoestima, represión de los sentimientos, relativización de sus hechos (“no fue para tanto”) abuso de poder, proyección en el otro “la culpa es tuya” , una negación, “no pasó nada”.
La asertividad es no estar por arriba, ni tampoco por debajo de nadie.
Como sería una masculinidad coherente:
1 – Los varones debieran revisar sus mandatos patriarcales. Si logramos que incorporen los dos mandatos reprimidos, va a ser más saludable y va a equilibrar el poder en los vínculos que serán de igual a igual. Va a poder dialogar, si no revisa sus estereotipos no se va a poder dialogar con él.
2 – Si puede dialogar va a poder cooperar. Si coopera va a compartir el acceso a la estructura de poder, va a ser facilitador, va a abrir puertas.
3 – Va a tener aspectos saludables para sí mismo, y esto es inmediato.
Todo esto va a generar una sociedad mejor.