El Informe Socio Económico permitirá orientar políticas Públicas hacia el Sector y Visibilizar el aporte que realiza a la comunidad.
A partir de la Resolución 189/2021 de INAES, publicada en el Boletín Oficial el Pasado miércoles 17 de marzo, Mutuales y Cooperativas deberán presentar ante el INAES un Informe Socio-económico, al cierre de sus ejercicios anuales.
La presentación de este documento, que será condición para obtener el Certificado de Vigencia Institucional que establece la Resolución 1058/2016, permitirá al Organismo recabar información para, por un lado, elaborar Políticas Públicas hacia el Sector y por otro visibilizar con datos concretos el aporte que hacemos a la comunidad”.
“Con esta herramienta queremos obtener los datos concretos para, primeramente, contarle a la sociedad que el Sector participa en el aparato productivo, tiene capacidad de generar y agregar valor de manera planificada, profesional, eficiente, con participación democrática de sus asociadas y asociados y contribuyendo a mejorar el medio ambiente y las condiciones en general de las comunidades que lo rodean. En otro orden, ese saber permitirá orientar de manera adecuada los recursos del INAES y del Estado en general para apuntalar su trabajo comunitario.
Entre el año 2017 y 2018, el Gobierno intentó gravar con el Impuesto a las Ganancias la actividad Sectorial. Si bien, a través de un arduo trabajo de integración, articulación y diálogo político se logró evitar que esto ocurra, podemos evaluar hoy que hubiera sido de muchísima utilidad contar con información consignada y sistematizada para dar cuenta del valor monetario de lo que las entidades aportan a la comunidad.
De todos modos, aún a cálculo grueso y con datos fragmentados se logró probar que era superior el aporte comunitario que el impuesto que se intentaba establecer.
En el caso de las mutuales, sirvió como experiencia previa el Reporte Social Mutual -RSM-. Una iniciativa que se llevó adelante en CAM en 2018 y que permitió a las entidades ir un poco más allá del Balance económico. Dar cuenta de otras dimensiones que son parte del quehacer de nuestras organizaciones, como las actividades de capacitación y formación; los fondos destinados a la solidaridad o el fomento local de la cultura; el turismo; el apoyo al deporte; la promoción de la juventud. También permitió observar dimensiones como el grado de participación de los asociadas y asociados y, en particular, de jóvenes y mujeres.
El Reporte Social Mutual permitió también a nivel de las entidades de base, reflexionar sobre los grados de democracia con el que funcionan y aunque nos llevamos gratas respuestas, también nos llevó a preguntarnos cómo mejorar.
Una herramienta como esta, que a partir de ahora será parte de una política oficial, acompaña a las organizaciones y aporta elementos para mostrar a la sociedad su espíritu asociativo. Además, pone en sintonía la gestión con los Principios y Valores que ordenan la actividad y la orienta hacia el modelo económico que proponemos: el de la Solidaridad y el Bien Común”.