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COOPERATIVISMO MISIONERO A PURO ASOCIATIVISMO
El consejero de CONINAGRO y representante de la Federación de Cooperativas Agrícolas de la Provincia de Misiones-FEDECOOP- Manfredo Seifert nos cuenta sobre su Economía Regional y la conducta asociativa de los productores misioneros ante las dificultades.
Manfredo Seifert - Cooperativa Agrícola de Montecarlo y consejero de CONINAGRO
En la provincia de Misiones cumple un rol importante la actividad forestal en lo productivo y en lo económico. La provincia tiene características muy particulares en la topografía, el tipo de suelo y también en las condiciones climáticas.
El bosque nativo es muy frágil y permeable y se erosiona mucho por las excesivas lluvias y se trata de hacer es el mínimo laboreo al suelo para evitar la erosión, y lo mejor para eso es realizar una actividad forestal, que son ciclos largos de 15-20 años en que se cosecha la madera y se mitiga de este modo el deterioro del suelo conservando las condiciones naturales.
En algunos lugares, la forestación es lo único que se puede hacer
La madera como se sabe es muy usada en todos los sentidos desde el papel, hasta la construcción de casas, los muebles etc.; es muy difícil para el productor esperar tanto tiempo, pero nuestras características de suelo y topografía hacen que en la propiedad del pequeño productor hay espacios que no se puede hacer otra cosa que la forestar, no va la yerba mate ni la mandioca porque el terreno es pedregoso y únicamente la forestación es viable y amigable con el ambiente.
Forestar es una alternativa económica a largo plazo para el productor y ya lo tiene asumido, porque sabe que en ciertos terrenos de su propiedad no va a poder destinarlo otra cosa. Y cuando llega el momento entre los 15 y los 20 años y el productor no tiene una necesidad muy grande, puede esperar hasta los 25 años o 30 años de haber realizado la plantación. Pero si tiene algún apuro económico, puede recurrir a esta alternativa.
La actividad más importante: la yerba mate
En Misiones la actividad más importante es la yerba mate, porque eso nos permite tener un ingreso todos los años; ya que se cosechan las hojas y la característica es que una vez que está hecha la plantación -después de hacer todas las tareas culturales para que se den las condiciones adecuadas- se genera un ingreso para lo cual hay que administrarse todo el año.
El productor agropecuario es un administrador por excelencia, ya que tiene que administrar no solamente los recursos naturales, sino también los recursos económicos que él percibe en una época del año, desde marzo hasta octubre. En septiembre es la época de lo grueso de la cosecha; en ese período el productor tiene que tener sus ahorros y administrarlos todo el año y aquí es donde las cooperativas juegan un papel muy importante.
En el caso particular de mi cooperativa cada productor tiene una cuenta corriente donde ha depositado ese dinero y lo utiliza de acuerdo a sus necesidades.
La cosecha de mandioca quedó corta con la sequía
Nosotros también cultivamos mandioca que es un ingreso anual, y es uno de los pocos cultivos anuales que se siembra en esta época del año y se cosecha en el invierno del año siguiente.
El 90% de la producción de mandioca se destina a obtener el almidón de mandioca, que se utiliza como como una materia prima, en los componentes de las fórmulas de varias industrias. Ahora, por ejemplo, la industria no puede importar insumos para los ingredientes y se les vuelve difícil producir.
En nuestro caso hemos tenido una baja de producción por la sequía y las cooperativas que elaboran la mandioca no pudieran venderla a las industrias en cantidades suficientes, como la industria del chacinado que debería acudir a la importación, en general desde Brasil que es el principal productor de mandioca, o Paraguay que también es un importante exportador de almidón de mandioca y con la normativa de que no se puede importar, la industria tiene problemas.
Por ejemplo, mi cooperativa es proveedora de Arcor, que tiene una línea de productos para celíacos que elabora a partir del almidón de mandioca y “La Salteña” que son ingrediente para las pastas y también se utiliza en la industria de las hamburguesas, las salsas y todo lo que se necesita espesar.
Después de la sequía, el agua cayó a baldes
El último verano fue el más seco de todos estos años – desde hace 60 años, según las estadísticas- con un periodo extremo de sequía, incendios y mortandad de vegetación; a esto le siguió un otoño -marzo, abril, mayo- extremadamente lluvioso. O sea que, de un período seco, se pasa a tanta lluvia y con esa combinación las plantas empezaron a crecer muchísimo y se desataron problemas sanitarios; aparecieron plagas que estaban en otros momentos, pero en el equilibrio de la vida; al darse estas condiciones proliferan más.
Esto nos causó mucho daño. En el caso particular de la mandioca el exceso de agua provocó podredumbre en las raíces y caída de producción al productor. La verdad que tuvimos un año complicado en todo sentido y en todos los cultivos y esperamos que esto cambie en el futuro, porque no podemos seguir en estas condiciones.
Se combate la inseguridad entre todos
Tuvimos hace dos o tres años atrás una ola de asaltos en la zona rural, y esto hizo que nos movilizáramos todos los productores que nos auto convocamos en forma espontánea, después de la muerte de un productor que fue asesinado al descubrir a dos delincuentes que le estaba carneando unos animales y se organizó una agrupación de auto convocados de más de seis mil personas.
La tecnología ayuda ya que nos permite a todos estar informados, con lo que le pasa a cada uno; hicimos también gestiones con nuestro gobierno provincial que nos atendió y nos entendió. Lo que pedimos al gobernador fue que la policía rural fuera la que controlara, porque a la policía urbana nunca le alcanzan los recursos.
En algunas localidades ya está instalada la policía rural y eso hizo que se hagan controles y haya cesado la delincuencia, ya que se abocan a pleno y si bien existen algunos episodios esporádicos, estamos mucho mejor. Por supuesto que seguimos haciendo gestiones como para que la policía rural esté en todas las localidades, hoy recién están en servicio 8 unidades, cuando necesitamos por lo menos unas 20 ó 30 para abarcar todas las zonas.
Misiones es una Economía Regional
La Economía Regional Misionera, además de la regionalidad, tiene la particularidad de ser altamente demandante en mano de obra y muchas veces mano de obra intensiva.
Generalmente las Economías Regionales elaboran un producto final que llega a la góndola. En el caso de los cítricos, de la yerba mate, y la mandioca se demanda mucha mano de obra, y tenemos problemas para que la gente quiera trabajar, sobre todo para los productos estacionales, como los cítricos, que demandan mucho más mano de obra y hoy no está disponible como lo fue históricamente.
Uno de los motivos para que esto suceda son los planes sociales, con los que la gente no tiene necesidad de trabajar ya que están cubiertas en sus necesidades básicas y ahora nos quedamos sin esa mano de obra.
A veces la gente quiere trabajar, pero informalmente, para tener un ingreso adicional haciendo algún trabajo que se le agrega a lo que recibe por los planes, y eso es riesgo para el productor y por otra parte nosotros tenemos un mecanismo muy interesante ya que después de una lucha muy larga conseguimos establecer la corresponsabilidad gremial.
Los aportes sociales y los aportes patronales de las cooperativas o los secaderos o las industrias, cuando entregamos nuestra producción nos lo descuentan de los ingresos; en nuestro caso, las cooperativas depositan a la AFIP y ella es encargada de distribuir estos aportes lo que va a Seguridad Social, a la Obra Social, a la parte gremial.
Nosotros como productores les pagamos el cien por ciento de los aportes al Sistema de Seguridad Social entonces lo único que tenemos que hacer es cuando contratamos personal para trabajar en forma temporal para las cosechas, es darle de alta, y cuando termina darle de baja.
Cuando necesitamos gente para trabajar los que tienen planes no quieren blanquearse y trabajar en la formalidad; por ahí es donde se nos complica y eso es lo que nosotros los productores no queremos, si hay un accidente, ya se sabe que en todos lados está la “industria del juicio” y si hay trabajadores en negro, después pueden demandar a pesar de que no quieren que se les blanquee.
Tratamos entonces de ayudarnos entre todos los productores, los períodos de cosecha se prolongan de año a año, y así estamos corriendo el riesgo que no se levante toda la cosecha de yerba, y esto es lo mismo para el caso de la mandioca, que este año ya está terminando, y que fue escasa por la sequía.
Esto nos lleva a otra cuestión; que nos obliga a mecanizar, a buscar una forma mecánica de recolección. Esto en un país con tanta desocupación, no se entiende que no se consiga mano de obra y esto es así en todo el país, para la cosecha de uva también tuvieron muchos problemas
La comercialización con un Instituto que hace bandera en el mundo
No es fácil vender una infusión como estamos acostumbrados a utilizarla, por eso, hace falta mucha promoción, investigación y apoyo económico y nosotros logramos con el Instituto Nacional de la Yerba Mate, superar el grave problema de la yerba mate cuando hay exceso de producción ya que, como el mercado es limitado, eso hace que los precios caigan al suelo.
Tuvimos una década muy mala que nos llevó a la creación del Instituto de la Yerba Mate que lo manejamos los productores y surgió como consecuencia de la inacción de los gobiernos provinciales y nacional, ya que no se tenía una política para nuestro Sector.
Quisimos gestionarlo con nuestros propios recursos y estamos haciendo una fuerte promoción en el mundo entero del consumo de la yerba mate como mate cocido y los concentrados que se utilizan para preparar cócteles y comidas en todo el mundo, en Estados Unidos, en Europa y hasta en los países de Asia y esto creemos que va a dar fruto en el mediano y largo plazo.
Colofón
La descripción que nos hace Manfredo Seifert de la Economía Regional de Misiones es insoslayable, nunca nos lo explicaron tan claramente. Pero el mérito que descubrimos en toda esta práctica de producción misionera es la actitud de todos los productores para resolver en forma asociativa sus dificultades comunes.
Lo hicieron así en el caso de la yerba mate que juntos y con sus medios, crearon y gestionan el Instituto de la Yerba Mate, que hace una formidable promoción en el exterior y regula los precios locales.
También lo hicieron juntos en el tema de la seguridad cuando se auto convocaron 6.000 personas ante un hecho delictivo grave, luego del cual formaron una agrupación que se comunica con ayuda de la tecnología y que logró con sus gestiones instalar la policía rural, que bajó sensiblemente la delincuencia.
Se ayudan entre sí, con el tema de la falta de mano de obra para las cosechas cuando tienen el riesgo de no poder cosecharla toda y presumimos que este impulso asociativo está en su actividad diaria a cada momento y que no volverá atrás. Está instalado, es la visión que los cooperativistas misioneros agropecuarios tiene del mundo y lo valoramos muchísimo.
Pero, vemos como observadores, que, si bien han dado solución con conductas asociativas a muchas de sus dificultades y esto nos admira, nos parece que todavía les falta dar un paso: la integración con el sufrido cooperativismo eléctrico provincial del que dependen los productores y toda la comunidad y colaborar para formar Cooperativas de Trabajo para proveer de mano de obra en las cosechas, por lo menos sería un primer paso hacia la solución y ya se sabe que, cuando el carro se mueve los melones se acomodan solos.