“La Cooperativa comienza por iniciativa de un grupo de artesanas y artesanos más que todo para seguir trabajando, por los años 2000; comenzamos a comprar los diseños del lugar; de artesanía más que todo, porque sabíamos que se estaban perdiendo esas costumbres tan lindas.

También, consideramos que de a poco la ciudad nos va sacando muchos jóvenes, se los llevan del lugar, porque en Laguna Blanca falta el trabajo.

Pensando en todo esto, un grupo de gente de las artesanías, para seguir promoviendo lo que es la artesanía textil, más que todo, y vivir de lo que los mismos productores del lugar hacían como las lanas hiladas, como las de oveja.

Por suerte también se recuperó años antes la vicuña, que es una gran victoria, porque es un animal silvestre en la reserva de la biosfera de Laguna Blanca, que es ese espacio dónde se desarrolla la vida en la provincia de Catamarca”.

La vicuña: un recurso sustentable

“Con ese fin también se creó esta Cooperativa para poder aprovechar un recurso sustentable, como es la fibra de vicuña y hacer prendas artesanales sin perder lo cultural, lo tradicional, como se hacía antes”.

Hemos conseguido retener nuestros jóvenes

“Hemos comenzado con otros artesanos con un grupo de poquitas personas, y en el 2007 se conforma la  cooperativa con todos los papeles legales y entonces ya éramos 14 artesanos entre hombres y mujeres.

Actualmente somos 102 asociados; muchos son jóvenes y eso a nosotros nos pone muy contentos  y orgullosos, porque con ellos tiene futuro para rato esta cooperativa”.

Cómo es este trabajo

“Los artesanos al principio de todo tuvieron que aprender a hacer el trabajo, muchas mujeres mayores ya sabían, pero a los jóvenes esta artesanía ya se les estaba perdiendo, entonces empezamos en los campos a buscar jóvenes y porque antes se hacían prendas por ejemplo de lana de oveja o de llama y no se valoraba mucho, casi no alcanzaba para la supervivencia.

Sabemos que lo que se hace con fibra de vicuña es un producto muy caro, no sé si decir que somos los únicos porque los otros países también lo hacen, pero nosotros, más allá de sacar la fibra de la vicuña, hacemos todo lo que es la cadena de valor agregado a esa fibra”.

En el país es difícil de comercializar

“No es que la vendemos todo en bruto, sí vendemos algo y con el resto vamos a confeccionar prendas, entonces le damos un valor agregado y mucha gente puede trabajar y podemos hacer también la comercialización.

Ya se sabe que siempre es difícil vender nuestras artesanías en el país. Nosotros vamos a la Feria con este producto que casi no se conocía. Nos costó muchos años hacerlos conocer; queremos que la gente sepa el trabajo que hay que hacer para llegar a una prenda terminada.

Es mucho trabajo y de a poco nos  pasa que  una cantidad de gente ya nos conoce y vienen a buscar las prendas en Laguna Blanca; también hemos salido al exterior como Estados Unidos; México. La pandemia nos tomó de sorpresa, porque era la época de la comercialización y estamos tratando de retomar el camino.

La gente del exterior aprecia mucho este trabajo; es codiciada la vicuña podría decirse  que hay pocos países con esta fibra y podemos encontrar ventas.  Nosotros empezamos a hablar de esto, y mostrarlo al público, siempre sin intermediarios”.