La Mutual E.F de Psicólogos Sociales desde en Santa Clara del Mar y con la ayuda de Guillermo Palacios de MutualGas y José Luis Minzone de la Asociación Mutual de Protección Familiar, Regional Mar del Plata; implementó una huerta agroecológica que alivia la situación de mujeres que han padecido violencia.
Esta es una experiencia apasionante que ofrecemos a nuestros lectores, esperando que se puedan aprovechar de este modelo de ayuda a través de un emprendimiento organizado, en este caso una huerta y de la práctica de los valores de nuestros sistemas mutual y cooperativo en la creación de un vínculo significativo con las personas vulneradas por la violencia.
“Estamos en Pueblo Cooperativo y Mutual de Tecnópolis, gracias a la invitación de la CONAM para dar visibilidad al trabajo en territorio que estamos haciendo.
Yo me preguntaba si mucha gente que visita Tecnópolis o que pasea en estos fines de semana, conoce lo que es el mutualismo y estoy seguro que no, que es nuestra gran oportunidad de encontrar a la gente bien dispuesta, que va a pasar un lindo momento y entonces tenemos la oportunidad de hablarles del Mutualismo y de Valores.
Uno de los principales Valores, es la Solidaridad en vincularse; la pandemia acentuó el individualismo que nos atravesó más que antes; a lo mejor porque teníamos que defendernos de algo que era monstruoso.
Nos dimos cuenta que también nos tenemos que empezar a defender nosotros de nosotros mismos, de las propias creencias personales y a partir de ahí tratar de salir para afuera vincularnos; recuperar la empatía con los Valores que tiene el mutualismo, de los que vamos a ir charlando con un visitante, con un turista, con un pasajero de este lugar y le vamos a ir contando de los proyectos que tengan que ver con mejorar la calidad de vida, y de ser mejores personas, en definitiva”.
“Nosotros estamos en Santa Clara del Mar un lugar muy cerquita de Mar del Plata, pero muy lejos a la vez. Tal vez pequeñito, pero donde hay hombres y mujeres que todos los días trabajan para construir algo distinto que tiene que ver con relacionarse; con ayudarse y ese es un concepto que tiene el mutualismo, la Solidaridad.
La Economía Social y Solidaria es otra manera de relacionarnos desde lo económico, no hablamos de situaciones muy difíciles de entender; hablamos del intercambio, de la posibilidad de que un excedente de una huerta agroecológica en la que nosotros trabajamos sea útil a las personas.
Allí hay mujeres que han tenido situaciones de daño que con la producción de su propio trabajo, lo que excede; pueden armar bolsones agroecológicos y venderlos y con eso tienen un poquito de dinero que les facilita comprar herramientas que le permitan a ella alimentar a sus hijos; o sea que en la huerta nos falta la leche; nos falta el pan o faltan un montón de cosas, un poco de esas carencias se cubren con estos bolsones, así que nos sentimos orgullosos de pertenecer a estas organizaciones y que a la vez se haga una estrategia de visibilidad por y para nosotros, que nos ocupamos del trabajo en territorio”.
“Hay dos maneras de relacionarse, una es a través de una relación y otra a través de un vínculo. La relación es pasajera, relación tenemos con el comerciante del barrio; en un colectivo con el chofer del micro; tenemos una fila haciendo la cola en un Banco; una relación informal o formal, pero es una relación.
Lo que es el vínculo: vincularse es otra cosa es generar empatía; es mirar al otro los ojos y tratar de reconocernos; es mirar al otro y pensar en el otro y ver qué siente y que le pasa al otro”.
“Se empezó con la Dirección de la Mujer de Mar Chiquita y las mujeres que han sufrido daño, trabajan en nuestra huerta agroecológica, las convocamos a trabajar con perspectiva de género.
En definitiva, se trata de un espacio de contención de los jóvenes, las mujeres y niños, que tienen un lugar para hacer algo. Se generan actividades, porque no es solamente sembrar y cosechar, hay que darles Valor Agregado, hay que hacer bandejitas para ensalada o para la sopa, y eso da una fuente de trabajo.
Además, es inclusivo, no se le puede pedir a una persona de 80 años que trabaje la tierra, pero sí se lo incluye invitándolo para que sebe mate, por ejemplo.”
Es así es como se construye una sociedad cohesionada: no dejando las heridas abiertas, reparando los daños a través de un proyecto organizado, sencillo, que se puede entender.
Precioso, si se quiere porque lleva a los orígenes con solidaridad; con ayuda mutua y con un vínculo respetuoso y el devenir de la vida, con su sabiduría, hace el resto.
Las huertas son una solución económica, un concepto de alimentación saludable y puede ser también un proyecto conjunto que genere pertenencia y que devuelva la vida a quienes sienten que ya lo han perdido todo. Esperamos que esta experiencia la puedan replicar.